Por dos veces consecutivas en apenas dos semanas, veinticinco familias de Alicante han visto cómo se les anulaba la matrícula oficialmente presentada en sendos colegios públicos, por lo que finalmente han escolarizado a sus hijos de tres años en guarderías privadas.

"Me cuesta el dinero pero ya es lo de menos, porque mi niño no puede seguir en casa dos semanas después de que todos los demás de su edad están aprendiendo cosas en el colegio", declaró ayer sumamente indignado uno de los padres afectados, Víctor M., que ya ha presentado sendas reclamaciones en poco tiempo ante la dirección territorial de Educación.

Se trata de familias que en junio escogieron colegios en los que no obtuvieron plaza y quedaron pendientes de escolarizar para septiembre. La concejalía de Educación les remitió a la comisión municipal, que con el beneplácito de la dirección territorial abrió una aula más en el colegio Azorín y, a continuación, les concedió esas plazas.

Sin embargo, desde la dirección territorial echaron para atrás estas matrículas por entender que debían primar a las familias que pidieron el Azorín como elección primera y no lograron plaza en junio. Ahora estaban escolarizados en el colegio Pedro Duque y, al darles al opción, han sacado a sus hijos tras una semana de clases y los han trasladado al Azorín.

Las plazas que han dejado vacantes en el Pedro Duque las ofreció la concejalía de Educación a las familias a las que se les había anulado la matrícula en el Azorín, pero una vez matriculados ha llegado de nuevo la contraorden de la dirección territorial de anularlas y de que deben esperar a que se les asigne colegio.

Las familias, como denuncia Lydia Sellés, secretaria de Educación del PSOE, se han hartado y se han ido a la privada.