Desde el mantenimiento de los hospitales a las resonancias o el tratamiento de hemodiálisis. El dinero que la Conselleria de Sanidad destina a pagar prestaciones externas, es decir servicios sanitarios que desarrollan empresas privadas, no deja de crecer. Estas partidas económicas se "comen" ya "cerca del 20% del presupuesto" del departamento que dirige Manuel Cervera y "ascienden a más de 900 millones de euros", según datos de los Presupuestos autonómicos aportados por el PSPV. De este dinero, más de 500 millones irán destinados este año "a financiar" los cinco hospitales de gestión privada que ya funcionan en la Comunidad Valenciana, tres de ellos en la provincia de Alicante (Elche, Dénia y Torrevieja), asegura el portavoz de Sanidad del PSPV en las Cortes, Ignacio Subías.

Sólo en conciertos con centros hospitalarios (el denominado Plan de Choque) Sanidad "tiene previsto destinar este año cerca de 57 millones de euros". La asistencia concertada con especialistas "se llevará casi 69 millones se euros y los conciertos con servicios de hemodiálisis 65 millones". En este capítulo de prestaciones externas Sanidad se reserva además un apartado, denominado "otros servicios" al que se destinan casi 83 millones en 2010. Servicios de ambulancia, compra de prótesis o la adquisición de vehículos para discapacitados son otras de las prestaciones que la Conselleria de Sanidad ha ido confiando en los últimos años a empresas privadas.

La subcontratación de servicios nos es un fenómeno nuevo, explica el responsable de Comunicación de CC OO Salvador Roig, "de hecho comenzó en la última etapa del gobierno socialista, en el que hubo un cambio de criterio sobre cómo gestionar el sistema sanitario y que consiste en ir subcontratando todos los servicios que no tengan relación directa con la asistencia".

Entre los últimos servicios adjudicados por Sanidad a empresas privadas, señala Salvador Roig, figura el de electromedicina, que consiste en el mantenimiento de todos los aparatos de los hospitales. Y entre los más cuantiosos "destaca el concurso de alta tecnología en el que se incluyen las resonancias magnéticas gestionadas por empresas externas". La oxigenoterapia o el transporte no asistido de pacientes también figuran entre los servicios que Sanidad ha ido confiando en los últimos años a empresas externas.

Esta situación pone de relieve, en opinión de Ignacio Subías, "la creciente dejadez del sistema sanitario en manos de empresas privadas". Una situación "que tiene como inmediata consecuencia que se rompa la equidad y hace que los ciudadanos no tengan un acceso igualitario al sistema". Así mismo, Subías destaca "el riesgo que supone la pérdida del control por parte de la Generalitat Valenciana sobre el sistema sanitario y sobre los servicios que presta, algo que nos diferencia de otras comunidades autónomas, donde sus gobiernos siguen manteniendo un control sobre los servicios que externalizan".

Problemas como la confidencialidad

La privatización de servicios por parte de la Conselleria de Sanidad ha dado lugar a situaciones de controversia en los últimos años. Una de las polémicas surgió a raíz de la adjudicación a empresas privadas del servicio de traslado y custodia de todas las historias clínicas de los hospitales de Sant Joan y General de Alicante. En el año 2007 la Conselleria otorgó por 1.751.882 euros este servicio a una empresa para que se hiciera cargo de las historias clínicas del Hospital General de Alicante. La semana pasada, se adjudicó el correspondiente servicio al Hospital de Sant Joan por 253.495 euros. Se trata de "un asunto complicado, porque abarca el ámbito de la confidencialidad del paciente", explica Salvador Roig, responsable de Comunicación de CC OO. No tiene sentido, añade Roig, "que se deje en manos de empresas privadas el traslado y manejo de estos expedientes con toda la historia clínica de una persona". El responsable sindical alerta además de la pérdida de calidad que se pueden producir en algunos servicios, "por parte de empresas que traten de mantener las contratas a base de reducir el coste y la calidad". Muchas veces, "el problema no está en lo que paga Sanidad, sino en la falta de seguimiento de los que estas empresas hacen".