Los regidores se habían propuesto mantener su agenda política al margen de las investigaciones que les afectan en el marco del "caso Brugal", y en medio de la estampida de decenas de personas debieron de pasar miedo, a juzgar por las imágenes que han quedado del evento. Un castillo de fuegos artificiales se volcó hacia el público y el primer edil callosino tuvo que salir a la carrera de su asiento cubriéndose con la chaqueta, igual que un concejal que le acompañaba (a la derecha en la foto). Mientras, detrás de él, la regidora oriolana y pregonera del acto se quedó "hecha un ovillo" en la silla, protegida del fuego por su chófer y una señora. Junto a ella (a la izquierda en la imagen) su edil de Contratación, David Costa, trataba de resguardar a su acompañante. Cuatro personas resultaron heridas leves, aunque todas habían recibido el alta médica ayer por la mañana. Suerte que los fuegos se lanzaban desde una calle alejada y cerrada al tráfico.