El Puerto de Alicante cuenta desde ayer con una nueva terminal ferroviaria de mercancías ubicada en el muelle 21 (nueva zona de ampliación en poniente frente a San Gabriel) que ya recibió el primer tren de Renfe que entra en el Puerto en los últimos 8 años y que representó un hito histórico, ya que llegó desde Madrid cargado con contenedores con destino a Canarias. La apertura de la terminal representa un paso adelante en la apuesta de la Autoridad Portuaria por impulsar el tráfico marítimo y el ferroviario. El tren llegó cargado con 20 contenedores gestionado por las naviera JSV y regresará a Madrid mañana viernes.

En principio la frecuencia será semanal, aunque la previsión es que el servicio termine realizándose dos veces por semana. El regreso del tren al Puerto de Alicante (hasta ahora no pasaba de la estación de Benalúa) se produce, por otro lado, cuando se cumplen 150 años desde que los muelles alicantinos quedaron conectados con la red ferroviaria estatal. Esta año se pretende cerrar con el movimiento de 90.000 toneladas.

La nueva terminal ferroviaria se ubica en la zona de ampliación; cuenta con dos vías de 400 metros lineales para la carga y descarga de contenedores y una tercera de 1,5 kilómetros para efectuar maniobras y estacionar convoyes.

Fuentes de la Autoridad Portuaria explicaron ayer que la intermodalidad entre los diferentes medios de transporte es una realidad incipiente que se verá reforzada cuando el proyecto de la plataforma logística de La Serreta, que impulsa la Conselleria de Infraestructuras, sea una realidad. Esta plataforma estará conectada con la A-31 y con el Puerto.

El transporte por ferrocarril reduce, con respecto a la carretera, tanto las emisiones de CO2 como el consumo de combustible en un 70%. En el caso de los trenes portacontenedores cuyo destino sea Madrid, cada tren evitará la emisión de 20.128 kilogramos de CO2, al reducir el tráfico rodado de la A-31 (autovía entre Alicante y Madrid). De hecho, cada convoy que recale en la nueva infraestructura ferroviaria transportará aproximadamente 1.000 toneladas para lo cual será necesaria una composición de 40-50 contenedores. Si el transporte se realizara por carretera se necesitarían el mismo número de camiones de gran tonelaje.

Por otro lado, otra actuación que reforzará la conexión ferroviaria interior del Puerto es el nuevo ramal que acomete actualmente el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a la altura de La Torreta y del nuevo centro de tratamiento técnico que dará servicio a los trenes de Alta Velocidad. Este ramal evitará que los convoyes de mercancías tengan que llegar obligatoriamente hasta la estación de Alicante Término (AVE y Altaria) y dar marcha atrás para alcanzar el apeadero de San Gabriel y, finalmente, los muelles portuarios.

La inauguración de la nueva terminal ferroviaria se produce cuatro meses después de hasta el muelle 17 comenzaran a llegar los bloques de mármol del Vinalopó. La operación representó un cambio de tendencia sustancial para el tráfico portuario y la propia actividad marmolera, sumida en una crisis hasta ahora sin fondo debido a la parálisis de la construcción.

Desde la Autoridad Portuaria mostraron ayer su satisfacción por el regreso del tráfico ferroviario de mercancías y, en este sentido, destacaron la inversión de 320.000 euros se ha producido para mejorar la infraestructura, en concreto los ramales que van al muelle 15 y a la terminal de contenedores.

La multinacional Levantina regresó al Puerto en noviembre de 2009 para transportar mármol a Casablanca (Marruecos) donde cuenta con uno de sus 14 centros de producción. Mantiene una línea con una frecuencia quincenal embarcando 3.000 toneladas al mes. La empresa volvió a apostar por los muelles alicantinos para exportar mármol, producto del que es la primera productora mundial con 2,2 millones de toneladas al año.

Finaliza el último viaducto del AVE de Albacete y Alicante

El Ministerio de Fomento anunció ayer, por su parte, la finalización del último viaducto que quedaba por construir en la línea del AVE entre Albacete y Alicante. En concreto, el viaducto Hondo II, con un longitud de 826 metros, está ubicado en el subtramo Almansa-La Encina (Villena) y se ha proyectado para el que el futuro tren de Alta Velocidad salve la zona inundable de la Laguna de San Benito y la Nacional -330.

La construcción de la plataforma del subtramo I del tramo Almansa-La Encina ha supuesto una inversión de 26,1 millones de euros. Como elementos singulares destacan, además, otros dos viaductos (uno sobre la autovía A-31, de 135 metros y el de El Hondo I, de 102 metros), dos pasos superiores y tres pasos inferiores. Entre las características de la nueva infraestructura destacan el que cuenta con 24 vanos, siendo de 35 metros los intermedios. La pilas tienen una anchura de 6 metros y una altura media de siete. En su construcción se utilizaron 20.000 metros cúbicos de hormigón y 3,5 toneladas de acero.

La finalización del viaducto representa un paso más en la cuenta atrás para la línea de Alta Velocidad. En estos momentos, sólo quedan acabar del corredor parte del nudo de La Encina y los 1,1 metros de la entrada a Alicante (proyecto cuya licitación es inminente) antes de comenzar a colocar las vías. En el caso de la entrada a Alicante, Fomento sostiene que una vez terminada se habrá logado, también, un 30% del soterramiento final que comenzará a ejecutarse a partir de 2012. F. J. B.