Un doble ahorro. El Ayuntamiento de Alicante tiene previsto alquilar la azotea de una decena de colegios y edificios municipales a empresas de energía solar a cambio de un canon anual. De esta forma, además de colaborar con el medio ambiente, las arcas municipales recibirían unos ingresos extra de 50.000 euros al año que destinarán al pago de las facturas de electricidad de las instalaciones que alberguen las placas solares.

Las azoteas seleccionadas para este proyecto en el que trabaja la Concejalía de Atención Urbana son las de seis colegios (Azorín, el 54, Eusebio Sempere, Tossal, Costa Blanca y San Fernando) y las del centro de acogida Nazaret, las naves de la antigua Fábrica de Tabacos, las naves de las brigadas municipales y el centro social Gastón Castelló.

Desde el departamento que dirige Andrés Llorens señalan que la fórmula no supondrá ningún coste para las arcas municipales y sí un ingreso anual de 5.000 euros por el alquiler de cada una de las diez azoteas. De esta forma, explican que las empresas interesadas asumirán la inversión de implantar las placas solares, pero un 15% del coste será subvencionado por la la Agencia Valenciana de la Energía, a través de fondos europeos. Desde el área presentarán el plan a esta institución el próximo mes para lograr la ayuda, que permitiría captar a los empresarios y poner en marcha el proyecto.

Los beneficios son múltiples. Por un lado, el Ayuntamiento logrará abrir una nueva vía de ingresos tan necesaria dadas las dificultades económicas por las que atraviesa y, por otro, las empresas obtendrán rentabilidad vendiendo a Iberdrola la energía que generen en las plantas que instalarían en las azoteas, con una superficie de 13.000 metros cuadrados. Además, se trata de una actividad colaboradora con el medio ambiente que permitiría ahorrar unos 200 millones de kilovatios y una reducción de 120 toneladas de CO2 anuales.

Atención Urbana calcula que en cada una de las diez instalaciones propuestas se puedan instalar plantas fotovoltaicas de 100 kilovatios de potencia. El alquiler mínimo es de 50 euros anuales por cada kilovatio, lo que supondría alrededor de 5.000 euros por cada dependencia y un total de 50.000 en el conjunto de los inmuebles. El periodo mínimo de alquiler de las cubiertas sería de 20 años, por lo que en ese periodo la iniciativa podría reportar a las arcas municipales un millón de euros.

Desde la Concejalía tienen claro a que destinar esos ingresos: a pagar la factura de electricidad de los colegios y edificios que formen parte de la iniciativa, que en el futuro podría ampliarse a más dependencias. Según los cálculos de los técnicos, cada centro escolar genera una factura eléctrica de 8.000 euros anuales, por lo que los 5.000 euros que recibirán por el alquiler de los techos permitirían sufragar un 60% de la factura.

El modelo es similar al implantado en abril en Mercalicante. Cinco naves de la empresa pública albergan una planta solar instalada y explotada por una empresa a cambio del pago de un canon inicial de 419.999 euros y una renta anual de 44.760 a la empresa pública durante los 25 años que durará el contrato. La planta ocupa 20.000 metros cuadrados y genera una energía equivalente al consumo doméstico de 468 viviendas. La empresa vende la energía generada a Iberdrola.