Los jueces de la provincia sólo han impuesto en un año once pulseras con GPS para el control de maltratadores, según confirmó ayer el Ministerio de Igualdad. Las fuentes consultadas por este diario alegan deficiencias del sistema como causa para que magistrados y fiscales recelen de este sistema y lo usen sólo como último recurso. El dato más significativo es el de Alicante donde sólo se ha dado una pulsera desde que se implantó el sistema, a pesar de que entre los dos juzgados resuelven una media de 3.000 asuntos al año. Con demasiada frecuencia, hay falsas alarmas, principalmente cuando agresor y víctima van conduciendo y no se dan cuenta que sus vehículos están dentro del radio de 500 metros que comprende el alejamiento.

El Gobierno puso a disposición de los jueces españoles 3.000 brazaletes hace un año, pero sólo se han utilizado 407 en todo el Estado a pesar de que la policía sospecha que hay otras 123 mujeres que tienen un riesgo extremo de convertirse en víctimas de la violencia machista.

Un valenciano fue el primer maltratador de España que llevó el dispositivo con GPS. Un año después, los jueces de Valencia han impuesto 25 brazaletes, los de Alicante 11 y los de Castellón 2.

Susana Gisbert, portavoz del ministerio Público y fiscal de malos tratos en Valencia, apuntó que "la pulsera puede servir para algunos casos, pero no es la panacea. Los fiscales se oponen porque consideran que no es efectiva y prefieren que los maltratadores ingresen en prisión". El juzgado de Violencia sobre la Mujer al que está adscrita Susana Gisbert ha tramitado en el último año 2.000 denuncias y sólo se adoptó la medida con cuatro maltratadores. "En dos de los cuatro casos tuvimos que revocarla porque una maltratada tenía problemas en el trabajo porque la alarma saltaba con frecuencia y otro agresor necesitaba someterse a pruebas radiológicas".

El Gobierno sí confía en el sistema a pesar de las reticencias de algunos jueces y fiscales. El Delegado del Gobierno para la Violencia Machista, Miguel Lorente, alertó hace dos semanas de la necesidad de proteger de forma efectiva al medio millar de mujeres que, según la policía, se encuentra en peligro. El Ministerio de Igualdad insiste en la importancia de que los jueces conozcan que "existen estos recursos" y que los apliquen para garantizar la seguridad de las maltratadas.

Uno de los pocos magistrados de la Comunidad Valenciana que sí confía en la eficacia de las pulseras explicó ayer que realmente protegen a las víctimas. "El sistema activa una alarma en cuanto el maltratador incumple la orden de alejamiento. Puede dar algún problema, pero ofrece muchas ventajas. Sí funciona", apuntó.

Miguel Lorente declaró hace unos días a RTVE que hasta mayo en toda España la alarma había saltado en 1.987 ocasiones en las que "se ha evitado agresiones e incluso algún homicidio". El Gobierno espera que en un año se cuadruplique el número de pulseras en uso. Un portavoz del Ministerio de Igualdad precisó que la autonomía española con más dispositivos es Madrid con 251 brazaletes, seguida de Andalucía con 74.