Los socialistas, a diez meses de las municipales y autonómicas, habilitarán el mes de agosto para tratar de resolver la única gran incógnita que resta por despejar en el tablero de sus candidatos para los comicios de mayo de 2011: el cabeza de cartel del PSPV a la Alcaldía de Alicante. La cúpula socialista, tanto la provincial que dirige Ana Barceló como la autonómica que lidera Jorge Alarte, se van a poner manos a la obra con la intención de captar apoyos para intentar que la elección del alcaldable del puño y la rosa no se convierta en otra batalla campal, la enésima, que lastre todavía más al socialismo en la capital de cara a la próxima cita con las urnas.

Las posiciones, en principio, están bastante definidas. Ni Ferraz ni la dirección provincial del PSPV, con Ana Barceló a la cabeza, contemplan la opción de Roque Moreno, actual secretario general y portavoz en el Ayuntamiento de Alicante, como candidato. Sólo tendría opciones si, finalmente, no cuadrara ninguna alternativa. Es decir, como segundo plato. Barceló, en todo caso, mantiene su apuesta decidida por la opción del periodista José María Perea como aspirante socialista a disputarle la vara de mando municipal a la popular Sonia Castedo. Y no le queda otra a la secretaria provincial del PSPV que buscar respaldos para tratar de propiciar una elección a través de una vía que facilite un cierto consenso y que, de paso, evite el ruido de sables.

¿Motivo para salir a la caza de respaldos? En los municipios de más de 50.000 habitantes donde los socialistas no gobiernan, caso de Alicante, es preciso que la persona que opte a la candidatura consiga bien el apoyo mayoritario de la dirección municipal del partido bien, al menos, un 20% de las signaturas de los afiliados. La primera opción está casi descartada: una ejecutiva con Roque Moreno como secretario general no parece que vaya a encumbrar a un candidato alternativo. Así que a la ejecutiva provincial del PSPV no le queda otra que ganarse el aval de la militancia. Con el actual censo socialista serían necesarias unas 230 rúbricas de afiliados. Eso sería un primer paso. Luego habría que conseguir un apoyo mayor para garantizar consenso y esquivar el enfrentamiento. En ese camino, la cúpula de los socialistas alicantinos recabará apoyos entre todas las familias de la agrupación local, según explicaron las fuentes consultadas.

Jorge Alarte también trata de encontrar una solución aunque, de momento, desde la indefinición. En varias ocasiones, la última durante las pasadas Hogueras, Roque Moreno ha intentado, sin éxito, un pronunciamiento a su favor del secretario general del PSPV. La pasada semana, durante un acto en Alicante, de hecho, Alarte, ante Leire Pajín -con la que el líder del PSPV mantiene ahora un forzado pacto de no agresión-, se refirió al máximo responsable de los socialistas en la capital como un "anfitrión". Mientras, en las mesas, dirigentes socialistas empezaban a valorar la opción de llegar a un consenso sobre la figura de Perea. Y sólo es posible a lo largo del mes de agosto. Es el plazo porque el 4 de septiembre se abrirá formalmente el proceso.