Un profesor de capoeira ha sido sentenciado a un año de cárcel por abusar sexualmente de una alumna cuando ésta tenía 12 años. En la sentencia de la Audiencia se considera probado que el profesor, de 29 años, mantuvo en el año 2007 relaciones sexuales con su alumna aunque éstas fueron "totalmente consentidas". La niña, que conoció al acusado el día en que cumplía 12 años, desarrolló, según se especifica en la sentencia, "un sentimiento de admiración hacia su profesor" que le daba clases de capoeira, una técnica brasileña de defensa personal. La menor manifestó su intención de mantener relaciones con su profesor, tal como se ha comprobado por e-mails que enviaba a sus amigas y al propio acusado al que confesó su amor. El 15 de diciembre de 2007, la niña fue al domicilio del profesor, donde éste vivía con su mujer aunque ella en ese momento no estaba en casa, y ambos mantuvieron relaciones sexuales.

La denuncia contra el ahora condenado fue interpuesta por la madre de la niña después de que ésta le confesara su relación. El acusado negó ante el juez que hubiera mantenido relaciones sexuales con la niña, aunque la sala considera que la declaración de la menor es más creíble "por la sencillez y claridad de la misma y especialmente porque revela que la menor en absoluto estuvo en desacuerdo con mantener relaciones sexuales con el acusado". La niña en el juicio oral dijo que estaba enamorada de él y además, por el contenido de correos electrónicos enviados por la menor, se evidencia su predisposición a mantener relaciones con su profesor.

Aunque el acusado lo negó, la sala ha determinado que él conocía la edad de la niña, pero considera que la edad "no puede ser el único elemento en el que se sustente una resolución condenatoria". La sección tercera de la Audiencia considera que la menor "en alguna medida" llevó la iniciativa en la relación y que "tiene una edad mental muy superior a su edad cronológica. Prueba de ello -se añade en la sentencia- es la conciencia que tiene del poder que ostenta frente al acusado". En este sentido se alude a un correo electrónico de la menor a una amiga en el que dice que "yo delante del juez soy una niña buena y si quiero lo meto a la cárcel seis años". Además, la sentencia valora que tanto el profesor como la menor son de origen sudamericano, y que provienen de países donde "las relaciones sexuales tiene un inicio a una edad más temprana que en España". Por ello, y por considerar que la niña no ha sufrido daño moral, el magistrado ha rebajado a un año la pena de cinco años de prisión solicitada por el fiscal.