El "caso Brugal" relacionado con la trama presuntamente ilegal para la gestión de las basuras en la Vega Baja llegó ayer al Congreso de los Diputados. Y lo hizo por partida doble. Por un lado, el PP acusó al ministerio del Interior de "acosar" a la oposición, a lo que el ministro Rubalcaba respondió con la denuncia de que los populares "se ponen del lado de los delincuentes" cada vez que la Policía detiene a uno de sus dirigentes en un caso de presunta corrupción. En segundo lugar, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, acusó al PP de "deslealtad" durante el semestre de la presidencia europea por parte de España y añadió que en ese periodo "comenzaron con Correa [en alusión al caso Gürtel] y acabaron con Brugal".

Tras la polémica suscitada por las detenciones del pasado día 6 por el caso Brugal -especialmente las del presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll y tres ediles populares de Orihuela-, el PP insistió ayer de nuevo en el Congreso de los Diputados en que el Ministerio del Interior "acosa a la oposición" y acusó de "manipular" al titular del departamento, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien denunció que los populares hacen un flaco favor al Estado de Derecho cuando se ponen del lado de los presuntos delincuentes cada vez que la Policía detiene a alguno de sus dirigentes.

El diputado del PP Ignacio Cosidó recordó a Rubalcaba que tiene la "enorme responsabilidad de garantizar no sólo la seguridad, sino la libertad y los derechos de los ciudadanos". En ese sentido añadió que "cuando desprecia al Parlamento y hace de la ocultación y la manipulación sus armas políticas habituales, incurre en un ejercicio de sectarismo y de acoso a la oposición que, no sólo no está defendiendo las libertades, sino que pone en cuestión el funcionamiento de la democracia".

Ante estas acusaciones,Rubalcaba replicó que "el Estado de Derecho y el cumplimiento de sus normas afecta a todos y el PP también tiene que cumplir". "Con su trabajo y con sus declaraciones le hacen un favor o lo contrario y cada vez que el PP dice que la Policía acosa al PP porque detiene a alguno de sus dirigentes acusado por corrupción, están haciendo un flaco favor al Estado de Derecho y se están poniéndose del lado de los presuntos delincuentes. Además, saben que es rotundamente falso", añadió el ministro.

Por otra parte, el vicepresidente primero del Consell, Vicente Rambla, manifestó ayer en San Vicente que "cualquier actuación policial hay que valorarla con respeto y dejando trabajar a la justicia" para que vaya "resolviendo las dudas que tenga en las actuaciones de cualquier persona, sea responsable político o no". Mientras, opinó que "en estos momentos sería bueno que todos nos concentráramos en nuestro trabajo, en lo que son nuestras responsabilidades". Según Rambla, quienes ocupan cargos "en el ámbito de gobierno, sea municipal, provincial o autonómico" deben "hacer y seguir haciendo los esfuerzos necesarios para que nuestra Comunidad sigan progresando y sigamos ocupándonos de los temas que más interesan a los ciudadanos". Informa C. R. F.