La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) denunció ayer que la crisis económica está afectando "sensiblemente" a los Centros de Inserción Social (CIS) de las prisiones de Fontcalent y Picassent, lo que supone una "saturación" por una carga de trabajo extra para los funcionarios, así como un gasto adicional por parte de la Administración en el mantenimiento de los reclusos. El sindicato lamentó que el 80% de los internos de los CIS de Picassent y Fontcalent no ha encontrado trabajo a causa de la crisis y se quedan en el centro en vez de salir, lo que complica la reinserción de los reclusos.