El presidente de la Diputación Provincial de Alicante, José Joaquín Ripoll, reapareció ayer en público en el primer día de fiestas de la localidad de Cañada, en el Alto Vinalopó. Ripoll ha retomado su agenda pública sólo una semana después de declarar en el juzgado de Instrucción Número 3 de Orihuela por su implicación en la «operación Brugal», la presunta trama de corrupción derivada de la gestión de residuos en la Vega Baja en la que se le imputan cinco delitos.

El presidente escogió territorio amigo para dejarse ver de nuevo en público, presidiendo el acto de la bajada de la Virgen del Carmen de Cañada junto al alcalde Juan Molina, a la postre vicepresidente cuarto de la Diputación y estrecho colaborador del presidente. No obstante, siguiendo la tónica de sus últimas comparecencias, el presidente no dio la se quiso pronunciarse sobre el caso, dejando así la incógnita de si sus representantes legales continuarán pidiendo que se levante el sumario en la parte que le corresponde aunque el juez instructor, Carlos San Martín, se inhiba a favor de un juez de Alicante. Hasta en dos veces sus responsables de prensa retrasaron su comparecencia ante los medios. Cuando se produjo, cerca de las doce de la noche, el presidente declaró que contestará a esas preguntas «cuando tomemos decisiones. Hasta que no haya decisiones nuevas no diré ninguna cosa».

Tranquilidad

La presencia del presidente provincial pasó prácticamente desapercibida entre el bullicio de las fiestas de la pequeña población de Cañada. Ripoll presidió el acto de la bajada de la Virgen del Carmen desde el Ayuntamiento junto al alcalde, Juan Molina, y la vicepresidenta primera de la Diputación, Mari Carmen Jiménez. El presidente saludó efusivamente a quienes se acercaron a saludarle mientras aguardaba la salida de la imagen a las puertas de la ermita. En apoyo al presidente de la Diputación, ayer estaban también presenciando las fiestas de Cañada la alcaldesa de Villena, Celia Lledó, así como el alcalde de Alcoy y varios diputados provinciales.

En el palacio

Desde la declaración de Ripoll en los juzgados el pasado jueves y su posterior comparecencia ante la prensa, la agenda institucional del presidente se ha acotado al palacio provincial, donde, por ejemplo, presidió una junta de la comisión de la energía menos de 24 horas después de su comparecencia ante el juez. La única aparición pública anunciada debía producirse en la localidad de Sax el mismo viernes 9. El Ayuntamiento del municipio del Alto Vinalopó convocó a los medios anunciando la presencia de Ripoll en la inauguración de una exposición, acto en el que acompañaría a la alcaldesa, Ana Barceló, también secretaria general del PSPV-PSOE en Alicante y que sólo un día antes comparecía junto a Jorge Alarte a las puertas del palacio para protestar por, supuestamente, haber sido desalojados del mismo en un clima de «nerviosismo» ante la imputació de Ripoll. No obstante, el acto no llegó a incluirse en la agenda oficial, siendo que desde el Ayuntamiento de Sax se confirmó horas antes que el presidente no acudiría. Su sustituto fue, por cierto, Juan Molina.