La falta de los documentos oficiales (cartas de conformidad) del Ayuntamiento de Alicante y la Conselleria de Infraestructuras autorizando a la sociedad Avant a suscribir el crédito de 90 millones de euros para financiar la entrada del AVE en Alicante bloquea desde hace tres semanas la licitación del proyecto. Hasta en dos ocasiones se ha tenido que aplazar la cita con el notario para firmar un préstamo que, finalmente, concederán Banesto, Bankinter y el Banco Pastor. Entidades que, según ha podido saber este periódico, se muestran sorprendida por las trabas burocráticas que retrasan una operación que comenzó a negociarse ahora hace un año y que podría incluso anularse si no se desbloquea.

Un portavoz autorizado del Ayuntamiento de Alicante reiteró ayer, en este sentido, que el Consistorio que preside Sonia Castedo no va a poner ningún problema y explicó que el retraso se debe sólamente a la lentitud de trasladar al delegado de Urbanismo, Alfonso Mendoza (quien tiene la firma para representar al Ayuntamiento en la rúbrica del crédito) el acta del Pleno donde se dio el sí definitivo a la operación. Mientras, sin embargo, pasa el tiempo y resulta ya complicado que la entrada del AVE pueda licitarse este mes, tal como avanzó el ministro José Blanco a finales de junio en un visita a la obras del Barranco de la Batalla en Alcoy. El mismo portavoz municipal aseveró que hoy mismo podría estar resuelto el asunto en la parte del Consistorio.

La carta de conformidad es el documento que exigen los bancos para sentarse a firmar el préstamo ya que en la misma queda plasmado, negro sobre blanco, el compromiso de la Administración (Ayuntamiento y Conselleria de Infraestructuras) de apoyar la operación pase lo que pase.

Precisamente, el hecho de que el proyecto esté en manos de la sociedad Avant ha sido clave para que no se retrase, aún más, la llegada de la Alta Velocidad a Alicante (2012), algo que sí va a suceder en Elche, Murcia y Castellón.

La sociedad pública Avant ha cerrado finalmente con tres bancos la suscripción de un préstamo de 90 millones de euros con el que sufragarán las obras para que el AVE llegue a la estación actual por un pasillo con 300 metros soterrados (en la primera fase se eliminará la playa de vías hasta el paso a nivel de Ausó y Monzó que desaparece) y 700 a cielo abierto para finalizar en tres vías al norte de la estación, en el antiguo apeadero donde se limpiaban los trenes y se cargaban los vehículos en aquellos convoyes que permitían viajar con el coche. El AVE parará allí y los pasajeros accederán al vestíbulo principal por un acceso provisional hasta que pueda contarse con la estación definitiva e intermodal.

Avant tiene ya el proyecto aprobado y la conformidad por escrito de dos de los socios -Renfe y Adif que cuentan con el 50% del capital- y, de hecho, ya ha pactado con bancos devolver el crédito en seis años a partir de que comience a generar plusvalías los terrenos liberados a partir de 2012 o 2013. Al final la cifra de viviendas se acercará a 1.500 en una zona pegada al centro urbano y en la que, según los técnicos, no habrá problemas para su venta a pesar, incluso, de la actual recesión inmobiliaria.

La previsión de Avant es que las obras puedan comenzar a final de año y durarán 14 meses. Consistirán en el soterramiento de 300 metros donde habrá tres vías para el AVE, dos para las cercanías y una "cero" para el convencional. Los trenes llegarán por el corredor subterráneo hasta el paso a nivel de Ausó y Monzó y de allí saldrán a la superficie para acceder a la estación actual.