La discoteca originariamente prevista, e incluso el pub propuesto a continuación, han quedado totalmente descartados y finalmente el edificio de la Rambla de Méndez Núñez número 19 acogerá una cafetería-heladería en la planta baja y la primera. La apertura de este establecimiento no plantea ningún problema y todo apunta a que obtendrá licencia municipal.

Con este cambio de destino del edificio salen beneficiados tanto los vecinos opuestos a la apertura de una discoteca, como el patrimonio de la ciudad, ya que el inmueble de la Rambla 19 iba a ser demolido con lo que desaparecía uno de los edificios más bonitos de la zona centro. Además, toda la polémica surgida a raíz de la petición de licencia de discoteca ha servido para que el Ayuntamiento prestara atención a este inmueble y lo incluyera en el catálogo de edificios protegibles del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, subsanando así una injusticia histórica. A partir de ahora la fachada de esta construcción queda protegida y no se podrá demoler.

Se van a cumplir ahora dos años desde que una promotora solicitó licencia municipal para destinar las cinco plantas de Rambla 19 a discoteca, en un proyecto que incluía la demolición del mismo. Fue a primeros de agosto de 2008, y desde un principio comenzaron a alzarse voces contra este proyecto, fundamentalmente por parte de vecinos y comerciantes, por las molestias que la actividad de discoteca provocaría en la zona. La asociación de comerciantes Acra recogió alrededor de 500 firmas en contra de este proyecto. También se alzaron voces en contra de que se demoliera este destacado inmueble.

Los reparos municipales a la apertura de la discoteca provocaron que la promotora cambiara su criterio y en abril de 2009 modificara su propuesta por un pub, también en las cinco plantas del edificio. A finales de noviembre de 2009 la promotora comunicó al Ayuntamiento su decisión de demoler el inmueble al estimar que había obtenido licencia por silencio administrativo. El 2 de diciembre, finalmente, la Policía Local tuvo que paralizar los trabajos de demolición, aduciendo que el inmueble está protegido en el catálogo del nuevo PGOU.

La nueva promotora ya dispone de un primer visto bueno municipal para abrir la cafetería, al haber obtenido el certificado de compatibilidad urbanística, por lo que todo apunta a que el proyecto al que ahora se pide licencia será aprobado por el Ayuntamiento.