Llanos Rodríguez y su hijo Ulises llegaron ayer a las once en su silla de ruedas al edificio Prop. Él tiene 21 años y sufre una distrofia muscular progresiva desde los 12. Su madre tiene polio y aunque dice que a veces anda con ayuda de un bastón, últimamente se encuentra peor y tampoco puede caminar. Viven solos con una prestación de 597 euros, insuficiente, aseguran, para llegar a fin de mes. Ayer se encadenaron a las puertas de las dependencias de la Conselleria de Bienestar Social en Alicante para exigir que la Generalitat les abone los atrasos de la prestación de dependencia que les aprobaron en febrero. Una prestación concedida a Ulises, reconocido como gran dependiente ya que necesita una atención permanente para todas las actividades de la vida diaria, atención que recae en un cuidador no profesional porque Llanos, con una discapacidad del 83%, no puede ocuparse personalmente. "Nos deben 13.416 euros", dice Llanos, correspondientes a los atrasos de 2 años desde que presentaron la solicitud de reconocimiento de dependencia de Ulises, el 27 de mayo de 2007. Sin embargo, la Conselleria "sólo nos ha reconocido la retroactividad del último año, que son 6.516 euros, pero que tampoco nos han pagado aún".

Como en otros muchos casos de personas que solicitaron la prestación tras la aprobación de la ley de Dependencia en diciembre de 2006, Ulises no ha empezado a cobrar hasta dos años y medio después de hacer la solicitud. Pidió la ayuda en mayo de 2007. Un año después se le reconoció como gran dependiente y, un año después, en mayo de 2009, le reconocieron la prestación, pero no empezó a cobrar hasta noviembre, todo ello sin retroactividad. Tras recurrir, y presentar una queja ante el Síndic de Greuges, la conselleria reconoció el pasado 3 de febrero un año de atrasos "que todavía no nos han pagado", dijo Llanos. Hartos de esperar y tras presentar una demanda Contencioso-administrativa en el TSJ que ya reconoció la retroactividad en un caso similar, Llanos y Ulises han optado por llamar la atención públicamente atándose a las puertas del edificio Prop.

Pero en su protesta de ayer no estaban solos. A los pocos minutos de encadenarse llegó Pau con su hermano y sus padres, Hipólito y Carme. Pau tiene 11 años y sufre parálisis cerebral. Le aprobaron la prestación en septiembre de 2008 pero no les reconocen la retroactividad desde que pidieron la prestación en 2007 ."Son unos 9.000 euros, pero lo exigimos más por dignidad que por el dinero. Es indignante. Incluso nos han pedido que demostremos que somos nosotros quienes cuidamos a nuestro hijo", dicen Hipólito y Carme.

Una veintena de miembros de la Plataforma en defensa de la ley de dependencia de Alicante, algunos de ellos en sillas de ruedas, secundaron la protesta frente al edificio Prop con carteles y pancartas en las que podía leerse frases como "La Generalitat se burla de los dependientes y sus familias" y "El dinero de la dependencia se lo han gastado en trajes y eventos".

Ulises, Llanos, Pau y su familia se mantuvieron frente a la puerta de acceso a la conselleria lo que obligó a las personas que entraban o salían de las dependencias a pasar sobre las cadenas que unían a Ulises y a su madre.

Tras una hora de protesta y tras pedir que se marcharan, varios agentes de la Policía con cara de no poder hacer otra cosa cortaron las cadenas e instaron a los dependientes a abandonar la protesta. Antes de irse, Llanos presentó un escrito en las propias dependencias pidiendo una entrevista con el secretario autonómico de Dependencia, Joaquín Martínez, y luego aseguró que "vendremos todos los días a las once hasta que nos reciba o nos paguen lo que nos deben".