La celebración de las fiestas de Bacarot se prolongó ayer con la disputa de la final del Mundial entre España y Holanda. La misa, prevista para las 8 de la tarde, se adelantó dos horas para que los vecinos pudieran disfrutar de la cita. La jornada festiva había arrancado con la Despertà. A las 11 de la mañana, una muestra de coches clásicos recorrió las calles de la partida. A continuación, los vecinos de disfrutaron de una sabrosa sardinada con cerveza, antes de que el cielo de Bacarot brillara con la Mascletà. Por la tarde, la celebración de la Eucaristía precedió la procesión de los Santos Juanes. Tras la marcha, los vecinos vieron el partido de España en la plaza de la Madreselva.