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Miles de aficionados salieron anoche a las calles de Alicante para festejar y vitorear el triunfo de la selección española de fútbol en la final de la Copa del Mundo que le enfrentó ayer a Holanda y convirtió la ciudad en una 'marea roja' en la que resonaban el sonido de los claxon de los vehículos.

La céntrica plaza de Los Luceros, como sucedió hace unas semanas cuando el Hércules logró el ascenso a Primera División, se convirtió en el punto de reunión donde los aficionados se congregaron en mayor número para celebrar el éxito del combinado entrenado por Vicente del Bosque.

Dado que la fuente de Los Luceros está protegida en las celebraciones los últimos años, fueron muchos aficionados los que también celebraron el triunfo con un chapuzón en el Puerto y en la Playa del Postiguet.

Nada más concluir el partido los aficionados acudieron en masa a la plaza de Los Luceros -cuyo acceso estaba custodiado por la Policía Nacional para evitar que se entraran productos pirotécnicos o cristal-.

Antes, fue una pantalla gigante en un conocido centro de ocio de la ciudad, totalmente atestado, la que juntó a un mayor número de personas durante el encuentro, casi todas ataviadas con los colores de la bandera española.

Cánticos como el "Campeones, campeones", "Yo soy Español" o el conocido estribillo "Qué viva España" fueron algunos de los que más sonaron durante la fiesta por la consecución del primer título de campeón del Mundo de fútbol de España.

Igualmente, los gritos de ánimo a Andrés Iniesta, autor del gol de la victoria, y al guardameta Iker Casillas tomaron relevancia en la celebración, a la par que el cántico "España entera se va de borrachera" se convertía en grito de guerra.