Ante todo es uno de esos bulldozer de los negocios que arrasa con todo lo que se le pone por delante, sea un sindicato, una asociación de vecinos o un ayuntamiento. Respetado a golpe de talonario, hay quien dice que si la comarca de la Vega Baja tuviera propietario, sería de Fenoll.

Cumple con todos los tópicos posibles que suelen acompañar a este tipo de fortunas unipersonales, tan pródigas en la comarca por otra parte. Del Raiguero de Poniente, lleva por bandera el lenguaje de los de abajo, de sus inicios en la chatarra y basura, siguiendo la tradición familiar, humilde y digna. Dicen que vislumbró el extraordinario futuro del sector y no le hizo falta ningún curso en el Icade para convertir en dinero el negocio latente en los residuos. Su olfato de negociante nato, curtido en las esencias de lo popular y de las estrategias más simples de supervivencia donde manda siempre quien más tiene, le llevó a hacer de las basuras un emporio y de los vertederos su imperio personal. Su dogma: La lealtad personal. A la familia. Su lema: Conmigo o contra mí.

Todos han visto el zoológico que mantiene junto a uno de sus vertederos. Una pequeña excentricidad que se concede Don Ángel, como gusta hacerse llamar por sus empleados, y que enseña con el orgullo del que puede permitírselo a los políticos y a los medios de comunicación -es propietario de un canal de TDT-. Este Santa Claus de la vega del Segura, es conocido también por los regalos que reparte a diestro y siniestro cuando llega la Navidad. No importa que sea amigo o enemigo. Siempre con sus mejores deseos de paz y prosperidad. Es su faceta de benefactor, una de las que más cultiva, y sufraga generoso los gastos del nuevo trono de un santo con la misma dignidad que advierte al incómodo de turno que algún mal le puede acechar.

Coleccionista de procesos judiciales, es ya un viejo conocido del fiscal Anticorrupción. Muy ligado al PP local, en 2006 era detenido después de denunciar con un vídeo una supuesta compra de concejales del Ayuntamiento de Orihuela, donde, por cierto, se mueve con mucha soltura. Su nombre aparece en asuntos poco claros, ya sea por compras de votos o por el sonado robo a las monjas.

Son muestra de esa peculiar manera de hacer que ha llevado a Fenoll, ahora Fenoll e hijo, y poner contra las cuerdas a más de un ayuntamiento, sin importar su color político.