La Asociación Cultural Alicante Vivo presentó ayer una petición en el Ayuntamiento para que, coincidiendo con el centenario de su título como Hijo Predilecto de Alicante, se instale una placa sobre la figura de Rafael Altamira en el "Jardí del Silenci" del cementerio municipal. Este año se cumplen igualmente cien años desde que Altamira volvió de su primer viaje a América en 1910.

Por decisión propia y de su familia, los restos del historiador, jurista y escritor alicantino propuesto para el premio Nobel de la Paz en varias ocasiones por su lucha antibélica, están enterrados en Mexico, donde pasó los últimos años de su vida después de exiliarse de España tras la sublevación de 1936. Con todo, desde Alicante Vivo, se considera "de justicia" que su figura se recuerde en una placa en el recién creado Jardí del Silenci, donde ya están enterrados alicantinos ilustres como José María Py, Francisco Figueras Pacheco y Antonio Rico Cabot.