¿Deporte de caballeros o de alto riesgo? La Audiencia juzgará a dos coreanos acusados de haberse enzarzado a golpes mientras jugaban una partida de golf en el campo de la Playa de San Juan. El primero se enfrenta a tres años y medio de cárcel, mientras que al segundo sólo se le pide una multa porque las lesiones que provocó a su rival fueron constitutivas de una falta. Eso sí, en la pelea no se usaron los palos de golf ni otros objetos contundentes como arma. Se trató de una riña en la que sólo se utilizaron puñetazos y patadas ante la atónita mirada del personal del campo y de las personas que participaban en la partida.

Los hechos ocurrieron el pasado 11 de mayo de 2008 en el club de golf de la Playa de San Juan donde se encontraban jugando un grupo de golfistas de Corea del Sur. Un comentario despectivo hacia el otro jugador fue el detonante de la pelea. "Aquí hay gente que hace trampas" fue lo que dijo J. K. L. en un momento de la partida a su luego agresor, J. Ch. O. Dicen que el golf es un deporte de caballeros, por lo que a este jugador le debió de ofender que se pusiera en duda su honorabilidad en el terreno de juego.

De inmediato, se lanzó sobre él y la emprendió a golpes, según el escrito de acusación del fiscal, dándole una patada en el costado y un puñetazo en la boca. La violencia del impacto provocó la pérdida de tres dientes a su oponente, quien necesitó 131 días para recuperarse de las secuelas. Es este perjuicio lo que ha causado que el fiscal pida para él tres años y medio de prisión, casi un año por cada una de las piezas dentales perdidas. Los golpes también causaron una contusión en el costado de la víctima, así como una cicatriz en el labio superior. El fiscal pide que el acusado indemnice con 5.512 euros a su víctima por los días en los que estuvo incapacitada, aunque el dinero de total de la indemnización por los daños estéticos se determinará en la ejecución de la sentencia.

Del cuello

El otro contendiente, por su parte, dio una patada a su agresor y le agarró fuertemente del cuello contra la pared. Por estos golpes sufrió una esguince cervical y una contusión en la mano derecha que le tuvieron de baja durante dos semanas. Por ello se le piden 480 euros de multa por una falta de lesiones, más una indemnización de 540 euros a su víctima.

El juicio está señalado para el próximo lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, aunque hay dudas sobre si va a poder celebrarse o no. Tanto los dos acusados, como los principales testigos son coreanos y se ignora si se va a poder contar con ellos para esa fecha. También se va a necesitar un traductor para este proceso. A la vista oral también han sido citados a declarar como testigos el personal del campo que estaba en el lugar cuando se produjo la agresión.

De todos modos, la clave del juicio va a estar en lo que digan los forenses sobre el alcance de las lesiones que ambos jugadores sufrieron en la disputa. Es la gravedad de esta agresión la que ha motivado que estos hechos hayan acabado juzgándose en la Audiencia Provincial. De tratarse de lesiones mucho más leves, el caso habría terminado ventilándose en un juzgado de lo Penal o en uno de Instrucción como un juicio de faltas. En el supuesto de que los dos acusados se hubieran enfrentado a penas inferiores a los dos años, el juicio se podría haber celebrado sin ellos. Pero no es el caso.