Tirar un tabique, cambiar el cuarto de baño o pintar la casa ya no requerirán de la licencia de obras menores del ayuntamiento, según la modificación de la Ley Urbanística Valenciana (LUV) introducida ayer por el PP a través del proyecto de ley de medidas urgentes para agilizar el desarrollo de actividades productivas y generar empleo. Esta norma, aprobada por el Consell como decreto legislativo, se tramita ahora en las Cortes como ley y ayer quedó lista para el debate final en pleno. Serán los municipios, en último extremo, los que decidan si acaban aplicando la normativa y la adaptan a sus ordenanzas.

La comisión de Medio Ambiente no fue un trámite. Los populares presentaron enmiendas importantes al texto, como la que otorga a los ayuntamientos la posibilidad de regular mediante ordenanza municipal la sustitución de la licencia de obras en trabajos menores por una "declaración responsable" del promotor ante el ayuntamiento, en la que garantice el cumplimiento de todos los requisitos legales para ejecutar la obra. Una vez presentada esta declaración, estará "habilitado para el inicio inmediato de las obras", sin perjuicio de la inspección que pueda hacer el consistorio. Este procedimiento podrá seguirse en trabajos de "mera reforma de edificios, construcciones o instalaciones", pero nunca, por lo que seguirán comportando la exigencia de licencia previa, cuando supongan "alteración estructural del edificio o modificación general de la fachada, ni las que afecten a elementos catalogados o en trámite de catalogación". Los populares dan por hecho que los ayuntamientos lo regularán. "Sólo el 0,1% de los ciudadanos pide licencia para obra menor y los que lo hacen, el 90% está en una obra mayor", explicaron desde el PP.