El Ayuntamiento renuncia ahora a realizar los informes del impacto de Ikea sobre el tráfico y el medio ambiente que tenía previsto contratar con una empresa privada y únicamente ha encargado uno sobre la incidencia comercial, que ya ha sido adjudicado a la mercantil GFK Emer por 19.942 euros para que lo termine en el plazo de dos meses. Desde la Concejalía de Comercio entienden que es Ikea la que tiene la obligación de realizar los estudios, si bien garantizan que serán "imparciales", porque deberán ser supervisados "por los técnicos de Urbanismo y lograr el informe favorable de la Conselleria de Comercio y del Ministerio de Fomento", como destacó el edil del ramo, Antonio Sobrino.

Para las arcas municipales esta decisión supone un ahorro de alrededor de 30.000 euros, que es lo que costaba la realización de los informes sobre el impacto en el tráfico y en el medio ambiente que la Conselleria de Comercio "recomienda tener al Ayuntamiento, pero que debe hacer Ikea", destacan desde la Concejalía. En un principio "quisimos encargarlos para adelantarnos" a los que hiciese la mercantil, señala Sobrino, quien ahora considera que esta duplicidad de informes "no es necesaria y supone un ahorro". Y es que el edil entiende que los informes que presente la mercantil "no pueden ser manipulables porque serán revisado por los técnicos de Urbanismo".

No ocurre lo mismo con el de impacto comercial, pues Sobrino asegura que "puede ser más subjetivo y la mercantil no está obligada a realizarlo". Es por ello por lo que el Ayuntamiento ha seguido adelante con el encargo de este informe, en el que, entre otras cosas, se analizarán los hábitos de compra o la actitud de los consumidores hacia el proyecto. La Concejalía usará este informe par ver el impacto y articular actuaciones para favorecer el comercio local.

La Conselleria de Comercio ha aceptado la petición municipal de aplazar la entrega de los estudios sobre el tráfico y el medio ambiente al momento en el que se modifique el Plan Rabasa, suspendido cautelarmente por el TSJ. Según el delegado de Urbanismo, Alfonso Mendoza, primero deberá realizarlos la urbanizadora y posteriormente Ikea, pero "más pormenorizados". Su departamento los supervisará y tendrán que contar con el informe favorable de la Conselleria.