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A tan sólo un día de que se haga efectiva la subida del IVA en el precio de los productos y servicios, los comerciantes de Alicante han reconocido que atraviesan un situación económica "al límite" y han mostrado su preocupación ante los efectos de esa medida en el consumo y en el empleo.

Preocupados por sus consecuencias en los 20.000 puestos de trabajo que sostiene en la actualidad el pequeño y mediano comercio alicantino, así como en las ventas y en los márgenes de beneficios.

"Uno de los grandes errores de la subida del IVA es que comportará una pérdida de empleo estable", ha vaticinado el presidente de Comerciantes por Alicante, Pedro de Gea, en declaraciones a Efe.

De Gea ha criticado que se haya previsto una subida de dos puntos en el IVA, "pero no otras medidas para el fomento del empleo, la reducción de las cuotas de la Seguridad Social o la concesión de las pólizas de crédito a pequeñas y medianas empresas" (pymes).

A su juicio, la subida del IVA se convertirá en una "nueva reducción" del margen de beneficios de los comerciantes y el consumo quedará restringido "a la mínima expresión".

Es como la pescadilla que se muerde la cola: al reducirse el consumo y aumentar los costes, el comerciante se ve obligado a incrementar los precios.

El presidente de Comerciantes por Alicante ha dicho que, pese a que en un primer momento será el empresario el que intente asumir ese aumento impositivo para no trasladarlo a la factura del cliente, dicha estrategia no será viable a largo plazo.

"A la espera de que pase la crisis económica", los comerciantes tratarán inicialmente de acarrear por su cuenta la subida del IVA, pero esa primera reacción resultará inviable en un sector que hoy en día gana para "subsistir", según De Gea.

En líneas similares, el último Informe de Coyuntura del Comercio Urbano Valenciano, elaborado por la Confederación de Comerciantes y Autónomos de la Comunitat (COVACO), ya señaló que cuatro de cada diez comercios barajaban asumir la subida del IVA para que no repercutiera en los clientes, ni en sus perspectivas de compra.

"A primera vista parece que un aumento del dos por ciento en los precios" de bienes como la alimentación, el calzado o los carburantes no "hará daño", pero repercutirá en los "costes de producción" -alquileres, facturas y otros gastos - de los pequeños comerciantes y autónomos, ha explicado De Gea.

El margen de beneficios "se ha reducido muchísimo para los comerciantes" y "no quedará más remedio que subir los precios", ha pronosticado.

Además, De Gea ha mostrado su inquietud por los hasta "20.000 puestos de trabajo directos que genera el comercio de la ciudad" y que, a su juicio, también se verán afectados, dado que los comerciantes deberán ahora hacer frente a los sobrecostes que se aproximan.