Luceros amaneció ayer con la resaca de la celebración del ascenso a Primera División del Hércules. Una fiesta que se prolongó hasta bien entrada la noche. No obstante, apenas unas horas después, la emblemática plaza alicantina volvía a teñirse de blanquiazul para continuar con las celebraciones. De nuevo, los jugadores fueron los protagonistas, tanto que se llevaron las principales ovaciones. En la acera opuesta se situó el pirotécnico, Pedro Luis Sirvent, que con un semblante serio, se enfrentó a un problema informático previo al disparo, capaz de deslucir el espectáculo de pólvora que iba a ofrecer en la segunda sesión del concurso.

En los alrededores del recinto acotado para la mascletà, se percibía que no era un día cualquiera. Ni siquiera una jornada más de Hogueras. Alicantinos ataviados con bufandas y camisetas recorrían la avenida de la Estación, Alfonso El Sabio, Maisonnave... camino de Luceros. Allí llegaron los jugadores, junto al cuerpo técnico y directivos, poco antes de la una y media. Los presentes, que ya se contaban por miles, no dudaron en ovacionar a los "héroes" del ascenso, que recorrieron parte de la plaza para recoger el apoyo de los aficionados.

Entonces, las miradas se volvieron hacia la mascletà. Un problema en el dispositivo digital provocó que saltaran unos de los "volcanes con tracas" dispuestos para el disparo. Esta incidencia lastró, posteriormente, la mascletà, que sufrió un parón de unos segundos apenas un minuto después de comenzar. Ese inicio también tuvo ayer sabor blanquiazul, en las palabras de las Belleas del Foc. "Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà. ¡Matxo Hèrcules!", dijeron al unísono las representantes de las Hogueras.

El pirotécnico alicantino, Pedro Luis Sirvent, preparó un disparo clásico, que se inició con fuego aéreo de colores, con destacada presencia del blanco y el azul, que provocaron el aplauso de los miles de presentes. Sin embargo, este apoyo se tornó en pitos cuando el estruendoso ruido dio paso al silencio absoluto. La pólvora que adelantó su explosión fue, a posteri, la responsable de un inoportuno parón. "Al resetear el ordenador, se ha trastocado toda la información", declaró el pirotécnico alicantino, bajo un rostro triste, al término de la mascletà. Pese a todo, entrará en concurso.

La única pirotecnia de la ciudad de Alicante que dispara este año en Luceros preparó un final con tres terremotos, que combinaron el fuero aéreo y terrestre. "Hoy [por ayer] es un gran día por estar aquí, en Luceros. Al final ha quedado bien, pero podía haber sido mucho mejor", declaró Pedro Luis Sirvent.