Noventa y cuatro municipios de la Comunidad Valenciana han aprobado, o tienen en tramitación, planes generales municipales que prevén la construcción de 870.734 viviendas. De este total, 152.628 ya son definitivas y 718.106 aún provisionales. Esta apabullante cifra se desvela en un estudio elaborado por el catedrático del departamento de Geografía de la Universitat de València, Eugenio Burriel, y publicado en Documents d'anàlisi geogràfica, la revista científica de la Autònoma de Barcelona.

La cifra desvela una previsión inquietante. En sólo 94 municipios de las 542 poblaciones valencianas se proyectan más viviendas que las 713.214 que se construyeron entre 1996 y 2006 en la Comunidad Valenciana. Unos datos que "ponen en evidencia la desmesura de la oferta residencial pretendida. Las consecuencias de estos planes tan expansivos van a ser graves, incluso en el probable supuesto de que la actual crisis paralice o retrase mucho su ejecución", señala Burriel. Porque a las 870.734 que promueven sólo 94 municipios habría que añadir las que impulsan los 448 restantes. Las cifras que se pueden alcanzar marean. "¿Alguien ha hecho esta suma?", se pregunta Burriel, ex conseller responsable de Urbanismo, quien lamenta en su artículo que "la política territorial autonómica no haya puesto límites efectivos a estos crecimientos sino que, además, los ha favorecido". Por ello, defiende que la oferta residencial no se puede seguir determinando exclusivamente por el planeamiento urbanístico municipal, sino dentro de "unos límites establecidos en un marco urbanístico suparmunicipal que es competencia autonómica ineludible".

Burriel destaca que municipios "de más de 20.000 habitantes como El Campello o Catarroja se están impulsando propuestas urbanísticas enormes que, como mínimo, duplicarían sus viviendas actuales. En circunstancias similares se encuentran Monforte del Cid o Algorfa.