Josefina Carrión regenta la Farmacia Carrión de Banyeres, único municipio de la provincia de Alicante en el que está implantada la receta electrónica. Opina que se trata de un buen sistema, aunque se queja de que es lento y que tiene problemas de funcionamiento.

La Conselleria de Sanidad implantó el pasado mes de enero la receta electrónica en Banyeres, después de que el municipio fuese seleccionado por sus características poblacionales para realizar una prueba piloto. Después de cinco meses de funcionamiento, la farmacéutica Josefina Carrión afirma que este sistema ha aportado indudables ventajas para los enfermos, aunque se queja de que también presenta problemas de funcionamiento que deberían quedar resueltos antes de que se extienda a otras poblaciones.

Estamos a punto de llegar al medio año de aplicación de la receta electrónica en Banyeres, ¿cómo valora este periodo?

Se trata de un sistema que es bueno para los enfermos, sobre todo los crónicos, porque a través del programa informático sabemos lo que les debemos suministrar en cada momento y ellos, además, se evitan visitas al médico. Con todo, hemos detectado varios fallos que deberían subsanarse.

¿Cuáles son los problemas a los que han tenido que hacer frente?

Cuando un enfermo crónico nos entrega su tarjeta, en el ordenador aparece toda la medicación que se le debe suministrar a lo largo de un año. Pues bien, nos hemos encontrado con que a veces, por fallos del programa o del programador, en el ordenador no aparece la medicación para un paciente en concreto, con lo que no se la podemos suministrar a pesar de que sí que se le ha prescrito. Otro defecto que hemos encontrado es que el sistema es lento, ya que desde que se introduce la tarjeta del enfermo hasta que aparece el listado de medicamentos pasan de 15 a 20 segundos. En apariencia no es relevante, pero si sumas todos los clientes que atendemos a lo largo de un día, es evidente que es mucho el tiempo que se pierde.

¿Qué coste tuvo la implantación del sistema en su farmacia?

Nos pusieron la línea, pero en nuestro caso nos hacía falta un ordenador más y otros equipos como impresoras, con lo que al final tuvimos que desembolsar entre 4.000 y 5.000 euros.

¿Piensa que la experiencia de la tarjeta electrónica en la provincia quedará reducida tan sólo a Banyeres?

Estoy convencida de que al final se extenderá al resto de municipios. Es una apuesta que se ha hecho y, aunque se tarde, poco a poco irán aumentando el número de poblaciones. De hecho, a nosotros nos dijeron en 2008 que íbamos a ser municipio piloto, y no empezó a funcionar hasta este año.