La falta de dinero mantiene paralizada la implantación de la receta electrónica en la provincia de Alicante. Dos farmacias de Banyeres de Mariola fueron, a principio de año, las primeras de la provincia en tener instalado este sistema que permite al paciente adquirir la medicación utilizando su tarjeta sanitaria, poniendo así fin a las tradicionales recetas en papel.

Las previsiones del Colegio de Farmacéuticos, encargado de la implantación de este sistema, eran que poco a poco la receta fuera extendiéndose desde la comarca de l´Alcoià hacia la costa, para llegar a finales de este verano a la ciudad de Alicante. Sin embargo, en estos meses ninguna farmacia más ha sido equipada con el sistema informático preciso para trabajar con la receta electrónica. "Nuestro deseo es que este proyecto siga adelante porque es muy importante, tanto para el paciente como para el médico y el farmacéutico", señala Jaime Carbonell, presidente del Colegio de Farmacéuticos. Sin embargo, añade Carbonell, "los dos últimos reales decretos del Gobierno" han supuesto "importantes recortes en la facturación de las farmacias, lo que nos impide acometer nuevos proyectos". Según Carbonell, en estos momentos cerca de 200 farmacias se encuentran al límite de la supervivencia con cerca de 1.000 puestos de trabajo en peligro". Precisamente, como medida de protesta ante esta situación, el próximo día 30 los farmacéuticos realizarán un cierre de sus establecimientos entre las 9 y las 15 horas, que irá acompañado de un acto de protesta frente a la Subdelegación del Gobierno.

Jaime Carbonell estima en 100 euros por farmacia y mes el coste de la implantación de la receta electrónica, "un dinero que debe asumir el Colegio de Farmacéuticos".

A este gasto hay que sumar el que genera el cambio en los equipos informáticos, que permiten a las farmacias estar conectadas con el colegio y éste, a su vez, con la Conselleria de Sanidad a través de fibra óptica. "La Generalitat Valenciana nos va a ayudar para la implantación del sistema con 540.000 euros, aunque de momento sólo hemos recibido 90.000".

La receta electrónica está plenamente implantada en la provincia de Castellón y en Valencia funciona ya en 40 farmacias. Las experiencias tras el cambio de sistema son más que positivas. "En Castellón, con la utilización de este nuevo sistema ha disminuido en un 10% el trabajo burocrático en las consultas de los médicos de atención primaria", explica Juan Quintana, de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria (SVMFIC). Para esta sociedad, el paciente es otro de los grandes beneficiarios de la receta electrónica, ya que se reducirán las visitas de éste a su médico de cabecera, "con lo que nosotros dispondremos de más tiempo para ver a los pacientes". En este sentido, el paciente crónico es quien más gana con este sistema, ya que el farmacéutico le dispensa medicamentos para un mes y unos días antes de concluir el plazo, el enfermo vuelve a la farmacia a solicitar más sin necesidad de tener que pasar por el centro de salud cada quince días o cada mes para que el médico le prescriba nuevas recetas.

Por este motivo, la SVMFIC pide que la economía no sea un obstáculo para la implantación de la receta electrónica en la provincia.