Hasta la playa de San Juan llegó ayer la pólvora de las Hogueras, esta vez con aroma solidario. Con la explosión del último petardo de la traca daba comienzo la I Travesía a Nado Fogueres de Sant Joan a favor de los enfermos de mieloma, a través de la Asociación Especial de Afectados del Linfoma, mieloma y leucemia (AEAL). Un tipo de cáncer que afecta al sistema inmunitario y que padecen unas 200 personas en la Comunidad Valenciana y Murcia.

"Elegimos esta enfermedad porque es poco conocida y necesita mayor investigación", afirmaba uno de los miembros del Club de Natación RC7, organizador de este evento. "Esta es la primera de muchas travesías que haremos siempre el fin de semana previo a Hogueras y vinculados totalmente a AEAL porque se trata de hacer esto por algo y no por uno mismo", confirmó uno de sus integrantes, Manuel Álvarez.

La causa reunió a más de 60 nadadores, entre hombres y mujeres, desde los 11 años hasta los 60, para recorrer más de 1.200 metros. Un tramo pequeño si se compara con los más de 14 kilometros del Estrecho de Gibraltar que pretenden recorrer los integrantes de RC7. "El objetivo es recaudar fondos y darnos a conocer", aseguraba uno de los ocho miembros de este equipo amateur.

Su entrenadora, la nadadora uruguaya Serrana Fernández, toda una veterana en estas lides, confesaba su satisfacción ya que era la primera vez que este club de natación realiza algo así y, sobre todo, por la alta participación de la gente: "Es increíble lo que han conseguido en menos de un mes. Tuvimos que cerrar las inscripciones porque quería entrar más gente". Incluso el tiempo quiso aportar su granito de arena y dejó atrás las lluvias de los último días. El sol y el calor no hicieron mella en los nadadores y quince minutos después del inicio de la travesía llegaban a la orilla los primeros deportistas. Animados todos ellos por familiares y amigos que vivieron con emoción los últimos metros del recorrido. Con más nerviosismo siguieron la carrera las madres de los nadadores más jóvenes, de once y doce años, Francisco Javier Varó y Marina Pérez, respectivamente, -una de las primeras niñas en llegar a la meta-. Como contrapunto, la más veterana del grupo, Pilar, gallega afincada en Alicante que superó su objetivo de acabar la carrera. Participantes que bien como meta personal, bien por seguir su entrenamiento diario ayer eligieron nadar por solidaridad.

"Si hay algo que caracteriza a los pacientes de mieloma y los nadadores es el afán de superación", dijo la secretaria de AEAL, Belén Gutiérrez, al final del acto.