Los dos hermanos acusados de secuestrar a la hijastra de un directivo de Seur en Alicante el pasado mes de julio se sentaron ayer en el banquillo por el robo del coche usado en el rapto de la joven, un Audi A-5 que sustrajeron, supuestamente, tras amenazar al dueño y su acompañante con un subfusil, que fue hallado en el zulo que cavaron en un monte de Bacarot donde retuvieron cuatro días a la joven.

Mientras José Tomás C.M. reconoció ayer haber participado en el robo del coche, su hermano, Manuel Vicente, lo negó todo. Y además, apoyado por José Tomás, que por primera vez cambió su declaración y dijo que no recordaba quién le acompañó el día en que se produjeron los hechos.

El fiscal, que pide 5 años de prisión para cada uno de los acusados, mantuvo ayer su petición pese a que retiró durante el juicio el agravante de disfraz, ya que aunque los presuntos autores portaban una braga cuando ocurrieron los hechos, sus rostros eran reconocibles y fueron identificados por el dueño del coche, que ratificó que le amenazaron, maniatraron y robaron el vehículo. Al juicio no acudió la mujer con la que se encontraba en el momento de los hechos el dueño del coche, y que también sufrió lesiones por parte de los acusados, según el escrito de acusación.

La defensa de Manuel Vicente C.M., representada por el letrado José Alejandro López, pidió para él su libre absolución ya que pese a la identificación del dueño del vehículo, alegó que no hay ninguna prueba que le sitúe con su hermano la noche del robo. José Tomás, que sí admitió haber participado en el robo -aunque no reconoció el uso de armas- dijo que llevaba una navaja, no un cuchillo militar como especifica la Fiscalía. Según la investigación policial, ambos tienen formación militar y se valieron de ella para secuestrar a la joven.

Sicario

Según Manuel Vicente C.M., el propietario del coche era un conocido suyo. Entablaron conversaciones en un club de alterne, donde la víctima le ofreció dinero por dar una paliza a su mujer.