REDACCIÓN

El catedrático de Geografía Regional de la Universidad de Alicante y experto en clima, Jorge Olcina, alertó ayer de que la ciudad de Alicante necesita con urgencia, prácticamente desde que concluyó la ejecución del Plan Antirriadas, ejecutado tras la tromba de 1997, una actuación que conecte la red de pluviales con los colectores que se construyeron para evitar que el agua entrara en el casco urbano. El Plan Antirriadas fue todo un hito de la ingeniería ya que supuso "enterrar" 17.000 millones de las antiguas pesetas en la construcción de una potente red de colectores que evita que el caudal que se genera en los barrancos que rodean a la ciudad de Alicante entre en la misma.

Sin embargo, el agua que descargan las trombas sobre el casco urbano saturan la red de alcantarillado porque no está conectada con los colectores del plan anterior. En su día, tanto el Ayuntamiento como la Conselleria de Infraestructuras, coincidieron en la necesidad de acometer con urgencia una serie de obras que siguen sin realizarse. Conclusión: el agua sigue inundando locales comerciales y garajes, ya que el diseño de las calles dirige las corrientes que se forman hacia los extremos de las mismas. "Mientras no se conecten los colectores de pluviales con los grandes colectores del Plan Antirriadas, el agua seguirá provocando inundaciones", indica Olcina.

En el caso de la tromba de ayer, los efectivos del Parque de Bomberos de Alicante realizaron cerca de cuarenta servicios. Entre ellos, el rescate de un conductor que se había subido al techo de su vehículo tras quedarse atrapado en el paso inferior del TRAM en la calle Flora de España, en la Colonia Romana. Los bomberos rescataron al conductor ileso y colocaron una cinta para impedir el paso de coches. También fue rescatada una mujer en la Plaza de España tras resbalar en la calzada cuando pasaba por delante de un autobús. La zona de la avenida de Elche, a la altura del antiguo matadero, fue de las más afectadas por la acumulación de agua, al igual que los pasos inferiores de la avenida de Dénia. El ubicado a la altura del centro comercial Plaza Mar tuvo que ser cortado al paso de coches más de media hora. También fue cortada parte de la Vía Parque, en concreto, la zona frente al Garbinet.

En la avenida Doctor Rico, el agua llegó a alcanzar 40 centímetros, lo que causó más de un problema a los padres que al filo del mediodía recogían a sus hijos de los colegios. Muchas oficinas bancarias y locales registraron inundaciones e, incluso, tuvieron que adelantar el horario de cierre. El problema se agudiza cuando llueve fuerte tras las obras que se realizaron hace unos meses en las aceras, que han dejado los locales en la cota cero por lo que en cuanto llueve, el agua se cuela en los mismos. Varias zonas de la ciudad registraron la caída de árboles.

Los problemas se repitieron en el centro de la ciudad, donde los comerciantes de la calle Gerona tuvieron que achicar el agua que no dejaba de entrar en sus negocios, mientras que en el Mercado Central se registraron goteras. Las calles Padre Esplá y Juan Bautista Lafora acumularon hasta un palmo de agua y los vecinos de la calle López Torregrosa denunciaron que la falta de imbornales provocó importantes torrentes. En muchas calles del centro las trapas de las alcantarillas saltaron.

En la plaza del Ayuntamiento, el agua destrozó una plataforma de madera, que quedó anegada, al igual que los bajos de algunas dependencias del edificio consistorial, que registraron hasta un palmo de agua. Aparcamientos, como el de Alfonso el Sabio, acumuló gran cantidad de agua, aunque no fue precisa la intervención de los bomberos. En esta misma vía se vino abajo parte del alumbrado de Hogueras. La lluvia también causó daños en el Teatro Principal, obligando a cancelar la actuación prevista con motivo de la clausura del conservatorio profesional de danza José Espadero.

El centro de salud de la Plaza América tuvo que ser desalojado y las consultas suspendidas después de que la tromba dejara un palmo de agua en todas las instalaciones. El centro habilitó un espacio para las consultas más urgentes y se espera que el resto de pacientes puedan ser atendidos hoy con normalidad. En el "edificio gris" del Hospital General, las goteras causaron problemas en los laboratorios de hematología, aunque según señalaron desde la Gerencia, el problema no afectó a las consultas.

El Instituto Las Lomas sufrió inundaciones en el aula de informática y en el pasillo de laboratorios, lo que obligó a suspender las clases a dos grupos de alumnos. En la Audiencia, la planta baja registró grandes charcos, lo que obligó a los funcionarios a sellar las puertas de algunos despachos. La playa de la Albufereta volvió a perder buena parte de su arena y en el Cabo de las Huertas y Playa de San Juan también se acumuló gran cantidad de agua. Vecinos de la avenida de Bruselas aseguraron que el agua alcanzaba cerca de un metro y atribuyeron los problemas a las obras del tranvía.

Información elaborada por: F. J. Benito, P. Cerrada, N. Iglesias, P. Alberola, V. Bueno y S. Escribano.