Después de seis meses de tira y afloja entre Madrid y Valencia, el Consejo de Polífica Fiscal y Financiera aprobó ayer, finalmente, el plan de reequilibrio financiero de la Comunidad que obligará a la Generalitat a una fuerte contención del gasto que superará los 800 millones de euros, alrededor de un 6% del montante total del actual presupuesto vigente, aprobado en diciembre de 2009. Durante una reunión en la que participó el conseller Gerardo Camps y en la que se ratificó el "tijeretazo" de Zapatero aunque, en esta ocasión, sí con los votos del PP, el Gobierno ratificó una serie de medidas que el Consell no desgranó con detalle pero que, en todo caso, servirán para rebajar el gasto y con ello el déficit.

En opinión de la Generalitat, sin embargo, la decisión del Consejo de Política Fiscal y Financiera no es, en ningún caso, una enmienda. Todo lo contrario. Los planes de ajuste autonómicos, vino a decir el conseller Gerardo Camps, ya están en marcha. "Con esta aprobación se nos está reconociendo que estamos haciendo las cosas bien", afirmó el vicepresidente económico del Consell antes de lanzar una puya al Gobierno: "Es algo que ellos también deberían hacer". El titular de Economía y Hacienda aludió a actuaciones para ahorrar alrededor de 808 millones de euros, unos 135.000 millones de las antiguas pesetas.

Gerardo Camps explicó que, "en los presupuestos de la Generalitat para 2010 ya contemplamos un plan de austeridad que nos va a permitir ahorrar a lo largo del año unos 308 millones de euros y en el que se incluye un importante recorte de empresas públicas y fundaciones, un sector que se verá reducido en una cuarta parte". Y, además, continuó el conseller con las medidas que, según él, ya se están aplicando, "el pasado mes de marzo, la Generalitat aprobó una limitación de gasto de otros 500 millones". "En la Comunidad estamos tomando medidas, y lo primero que debería hacer el Gobierno Central es tomar ejemplo", concluyó el vicepresidente económico.

Desde el Consell, sin embargo, no precisaron anoche si el plan de recorte y de contención de gasto se tendrá que ampliar todavía más. Aunque sí dejaron claro que, en principio, las medidas tomadas permitirán enjugar gran parte de los números rojos que arrastra la administración autonómica y recordaron que la inmensa mayoría del déficit corresponde al Gobierno, lo que ha obligado a los socialistas a un plan de ajuste de 15.000 millones de euros. Hace tres meses, como se recordará, durante la anterior reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, la aprobación del plan de reequilibrio de la Generalitat se quedó encima de la mesa. Llevaba medio año bloqueado con una tirante negociaciación entre el Consell y el Gobierno.

"La actual situación que estamos atravesando las comunidades autónomas y el conjunto de España viene motivada por la crisis, la falta de previsión y el desacierto del Gobierno", afirmó Gerardo Camps a modo de resumen sobre el escenario en el que, a su juicio, se mueve, en estos momentos, la situación económica. "Todo ello ha traído consigo -añadió el conseller como conclusión y en una evidente crítica al Gobierno socialista- que sea en otros lugares donde se toman las decisiones que tienen que ver con la gestión ordinaria del gasto en las comunidades autónomas, los ayuntamientos y el propio Estado".