?Carmen Moltó se queda en el instituto una hora más después de que acaban las clases, de 18.30 a 19.30 de la tarde, para completar su horario y ayudar a los estudiantes con las matemáticas pendientes. Afirma satisfecha que han aprobado todos.

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¿No resulta pesado seguir en clase después de todo el día para repasar la asignatura con los estudiantes más regazados?

Es una gran satisfacción, la verdad. Es poquito tiempo, pero creo que ha sido útil porque todos han aprobado con su respectivo profesor después.

¿Cuántos alumnos han pasado por sus clases de refuerzo extra?

Dieciocho de los veintiuno a cuyos padres nos dirigimos desde el departamento de Matemáticas para hacerles saber que sería muy conveniente que su hijo asistiera a esta clase semanal los lunes a las 18.30 horas para ayudarle a superar la materia.

¿Tienen que implicarse los padres?

De alguna manera se comprometen indicando con una cruz en la carta que les remitimos que "el alumno asistirá a la clase los lunes". Como está implicado todo el departamento de Matemáticas, se hace un seguimiento de cada alumno por su asistencia a estas clases que también imparte otro compañero, así como de las actividades y trabajos que les encargamos.

¿Qué tipo de dudas les plantean en estas clases?

Dudas de base que no te explicas que tengan a estas alturas. O bien conceptos que les cuestan más porque han tenido un tercer curso de la ESO algo sabático o porque tenían la cabeza por un lado y el cuerpo les iba por otro. En estas clases actúas como un tutor y aprovechas la pregunta que haga cualquiera de los estudiantes a título individual para resolverla en voz alta porque les sirve a todos, seguro.

¿Recomienda la experiencia?

Es muy recomendable, sí. De nada sirve el esfuerzo que hacen los alumnos en cuarto si una materia pendiente de tercero les está cerrando la posibilidad del graduado. Vale la pena el empeño y el esfuerzo organizativo que lleva porque tiene éxito. Además, al terminar con la evaluación, seguimos preparándoles para la prueba de grado medio de FP.