¿Cuál es el papel del médico de familia a la hora de detectar un caso de malos tratos?

Nuestro papel fundamental es la detección precoz, una responsabilidad que debe ser compartida con más sectores de la sociedad, por ejemplo la educción. Nosotros podemos sentirnos privilegiados con nuestro papel, porque el médico de familia es quien más conoce el entorno de la persona y de su familia. Somos el medico de toda la familia: del marido, de los hijos, de los abuelos... tenemos mucho a nuestro favor para detectar un perfil de mujer maltratada o de hombre maltratador.

¿Cómo detectan un posible caso de maltrato?

Se suele detectar cuando vienen con una consulta que nada tiene que ver con el problema, por ejemplo insomnio o bajo estado de ánimo. Pero a veces sospechas y, si tienes tiempo, que es uno de los handicaps, tiras del hilo y aparecen un montón de cosas. Una mujer no te dice nunca directamente que le han pegado o insultado. Generalmente reclama tu atención por otras cosas. Le vamos preguntando, porque tenemos mucha confianza con ellas ya que suelen venir mucho por la consulta, y así te acabas enterando de su situación. Pero de todas maneras cuesta mucho, incluso meses. No es fácil ya que las mujeres tienen mucho recelo. Los pacientes nos tienen que ver como sus colaboradores, no les vamos a forzar a nada y sólo les queremos ayudar. Los médicos de familia tenemos un concepto biopsicosocial, que es el de abordar el problema en todas sus facetas.

En el extremo contrario, también detectarán casos de maltratadores.

Sí. Normalmente estamos alerta cuando tenemos un paciente que sufre abuso de alcohol o drogas o tiene un carácter irascible. A esto se ha sumado en los últimos años el problema de la pérdida de empleo, lo que genera mucha frustración. Los abuelos también nos pueden ser de ayuda, porque nos cuentan que el hijo está alterado y tiene problemas de familia. También estamos muy en contacto con los pediatras, porque los niños de estas familias suelen tener comportamientos extraños delante del pediatra. Por ejemplo muestran desprecio hacia la madre, porque el padre también la desprecia. Es lo que se llama espiral de violencia. También se puede dar el caso contrario, de niños hiperprotectores hacia las madres porque sufren por ellas. Las enfermeras también son muy importantes. Entre todos debemos pilotar el acercamiento y abordaje a este gran problema de salud pública.

¿Tienen los médicos de familia una adecuada formación para detectar estos casos?

La Conselleria ha elaborado un protocolo que incluye esta formación, hay una carencia en este sentido y a la vez una necesidad sentida de nuestro colectivo por hacerlo mejor. Somos privilegiados para abordarlo, pero la formación siempre viene bien y también nos falta disponer de más tiempo por paciente. En formación, destaca la labor realizada por Rosa González, coordinadora del grupo de trabajo contra la violencia doméstica de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria. Así, tenemos un grupo específico para la detección precoz de estos casos que es el que se dedica a formar a los profesionales.