Con paso lento y visiblemente afectado por una enfermedad que arrastra en el hígado. Así llegó ayer a declarar ante el juez Giancarlo Gronchi, italiano, de 85 años y acusado, junto a su hijo Alessandro, de ser el cabecilla de un grupo organizado que ofertaba préstamos millonarios en condiciones muy ventajosas que luego no entregaban, pese a haber pedido un adelanto en concepto de comisiones previas.

Aunque los Gronchi tienen una causa abierta en Barcelona, los tentáculos de la trama de financiación se extienden a la provincia. Un empresario que cuenta con un grupo de firmas en Alicante denunció la estafa que "el pájaro", como llama a Giovani Gronchi, le hizo cuando le solicitó un préstamo. Hasta el momento, el juzgado de Instrucción número 4 de Alicante instruye la causa por una estafa de 53.000 euros al citado empresario, que ha preferido ocultar su nombre, aunque en todo el territorio español, según fuentes de la Policía Nacional, el número de empresarios engañados podría superar los 80 y el concepto económico de la estafa sobrepasar los 5 millones de euros. A preguntas del fiscal, el acusado se negó a declarar. Un día antes fue el turno de Alessandro, su hijo, quien declaró desconocer muchas cuestiones relacionadas con el negocio y achacó a su padre el funcionamiento del mismo. Para ello se rodeaban de lujos y hacían creer que tenían un altísimo poder adquisitivo; crearon empresas fantasma y representaron pertenecer a un banco ubicado en una isla del Pacífico que nunca entrgaba el préstamo solicitado. La Policía Nacional les detuvo a finales de mayo en Barcelona y ahora están en la cárcel de Villena en prisión provisional.