En una de las sesiones plenarias más insólitas del actual mandato de la Diputación, los socialistas, con una agresividad que había brillado hasta ahora por su ausencia en la acción de oposición, forzaron al presidente de la institución provincial, Joaquín Ripoll, a aceptar una rebaja de los sueldos de los políticos del 10% cuando, inicialmente, la propuesta que llegó al pleno preveía un recorte de las retribuciones para los 31 diputados provinciales de apenas el 7%, un porcentaje similar al de los funcionarios de mayor rango. Una durísima intervención de Mari Carmen Jiménez, vicepresidenta y diputada de Hacienda, contra el "tijeretazo" de Zapatero levantó ampollas en los bancos del PSPV y provocó la reacción del portavoz socialista, Antonio Amorós, para obligar a Ripoll a variar el pacto.

Al pleno de la Diputación, de hecho, se le propuso un acuerdo que preveía, en aplicación del "decretazo" del Gobierno socialista, recortes para los cerca de 1.400 trabajadores de la Diputación de entre el 1,26% del sueldo para los grupos más bajos y de hasta un 7% para los de mayor nivel. A ese porcentaje máximo, en aplicación de un acuerdo que data de los mandatos de Antonio Mira-Perceval, se acogían también los políticos. Un descenso tres puntos menor que la recomendación de la Federación Española de Municipios y Provincias. Pese a todo, el dictamen llegaba con un aval unánime de la comisión de Hacienda, convocada en reunión extraordinaria minutos antes de iniciarse el pleno.

La vicepresidenta Mari Carmen Jiménez presentó el pacto -que supondrá un ahorro de 2,4 millones para las arcas provinciales- pero, en todo caso, no se privó de lanzar un durísimo ataque contra las políticas de Zapatero. "Es una medida injusta, irresponsable y que no va a solucionar nada (...). El Gobierno carga contra los más débiles", vino a decir en sendos pasajes de su intervención en la que también citó medidas como la subida del IVA o de la electricidad que, dijo, "no nos van a sacar de la crisis". Antonio Amorós escenificó su enfado. "Su intervención deja mucho que desear", le espetó el portavoz del PSPV a Mari Carmen Jiménez antes de poner sobre la mesa que los políticos se rebajaran el sueldo un 10% en lugar del 7% que fijaba el acuerdo provincial, propuesta que algunos diputados socialistas sugirieron en reunión previa y que había sido consultada con la dirección del PSPV. Fue el propio Ripoll el que, finalmente, aceptó ese planteamiento.

La vicepresidenta, cuya actuación no agradó a diputados del PP, desgranó otra serie de medidas de ahorro como la racionalización del gasto energético y, sobre todo, de telefonía. En 2009, se gastó 1,2 millones entre fijos y móviles. Este año se reducirá casi a la mitad al sacar a concurso el servicio. Jiménez contrapuso el déficit del Estado con las cuentas de la Diputación, donde se ha reducido un 20% tanto el gasto corriente como la deuda.