La jornada de huelga de la Función Pública convocada ayer por UGT, CC OO y CSIF contra el recorte salarial del 5% para los funcionarios aprobado por el Gobierno tuvo escasa incidencia en la provincia y se produjo en medio de una guerra de cifras sobre el seguimiento del paro, entre los datos de participación ofrecidos por los convocantes y los de las administraciones.

La normalidad en la mayoría de los servicios públicos fue la nota dominante de la jornada, junto a la ausencia de incidentes destacados, aspecto este último en el que coincidieron tanto los convocantes como las distintas administraciones. Las discrepancias, sin embargo, se evidenciaron a la hora de valorar la participación en la huelga.

Mientras los sindicatos aseguraron que en la provincia un 72% de los empleados públicos (46.800 de un total de 65.000) se habían sumado al paro, las administraciones rebajaban drásticamente el seguimiento hasta un máximo del 10%. La amplia diferencia entre unos cálculos y otros obedecería a que los convocantes incluían en sus datos de apoyo a la huelga los de los servicios mínimos, que, además, calificaron de "excesivos y abusivos" en algunas áreas como la de sanidad al alcanzar el 80%, según denunciaron. Los sindicatos estimaron un máximo de participación del 86%, en el caso de los ayuntamientos, y un mínimo del 65% en el área educativa. Sin embargo, la Subdelegación del Gobierno informaba a última hora de la noche de que de los 3.029 empleados de la Administración estatal en la provincia, sólo el 10% (304) secundaron el paro.

El delegado del Gobierno en la Comunidad, Ricardo Peralta, destacó la "absoluta normalidad" durante la jornada, donde los servicios públicos "funcionaron", al mismo tiempo que se respetaba el derecho a la huelga. Por su parte, la Generalitat Valenciana redujo aún más la participación en la Comunidad hasta el 6,88% y el vicepresidente primero del Consell, Vicente Rambla, interpretó la huelga como "una llamada de atención" a un Ejecutivo central "que no ha hecho los deberes. En otras administraciones como la Diputación la incidencia del paro fue del 5,68%, según fuentes oficiales, y en el Ayuntamiento de Alicante, del 18%, según los convocantes. Fuentes municipales, sin embargo, no ofrecieron cifras de seguimiento de la huelga.

Durante toda la jornada de ayer, la plaza de la Montañyeta -donde se ubica la Subdelegación del Gobierno- se convirtió en el centro neurálgico de todas las protestas. Por la mañana, con diversas concentraciones sindicales convocadas por separado y por la tarde, con el cierre de una manifestación. La dispersión sindical de las protestas de la mañana entre las organizaciones que habían llamado la paro y los sindicatos corporativos que no lo secundaron, se diluyó en la manifestación. La movilización, de carácter provincial, congregó en Alicante a más de 5.000 personas, según fuentes policiales, y 10.000, según los organizadores. Además de CC OO, UGT y CSIF, en la protesta participaron representantes de la Intersindical, el STE-PV, CGT, así como una amplia representación de sindicatos y asociaciones policiales.