"Obra paralizada, prohibido el paso". El letrero preside el esqueleto de lo que podía haber sido un coqueto edificio de viviendas en un solar entre las calles Olof Palme, Llinares y Cerámica, en el barrio Los Ángeles-Altozano. Hoy, sin embargo, y según denuncian los vecinos (el Ayuntamiento tiene noticia del asunto desde hace un mes pero nadie ha movido una pala), la parcela se ha convertido en una especie de vertedero en el que además de la cacas de los perros (la normativa municipal parece no existir en el barrio) se van acumulando las basuras de aquellos empeñados en convertir los solares en porquerizas. No está vallado y, para colmo, a la triste escena urbana se une una vivienda abandonada y que se ha convertido en refugio de tranaseúntes y almacén de todo tipo de basura.

Las ratas campan a sus anchas, huele que apesta y, lo peor, es que a escasos metros del solar y la casa abandonada existen colegios y un poco más allá el Hospital General. Lo dicho, una escena muy alejada del eslogan "Alicante, guapa, guapa, guapa".