La obsoleta señalización de la autovía A-31, que comunica Alicante con Madrid, eleva todavía más la peligrosidad que la carretera ofrece a su paso por la provincia debido a sus deficientes características y su elevado tráfico. La cartelería de este tramo data en su mayor parte de 1989, año de la inauguración de la autovía, y no sólo no se ajusta a la normativa actual de carreteras, sino que el deterioro de los rótulos impide que puedan leerse con facilidad, especialmente durante la noche.

Los carteles de la A-31 son todavía en su mayoría de fondo blanco y caracteres azules. Esta tipología era la vigente en 1989, pero se cambió poco tiempo después para hacerla idéntica a la de las autopistas -caracteres blancos sobre fondo azul- y así homogeneizar la señalización de las vías de alta capacidad. Los rótulos blancos debían ir siendo reemplazados de manera paulatina por otros nuevos, algo que se ha llevado a cabo en muchos tramos de autovías "de primera generación" de toda España. Sin embargo, no ha sido así en la A-31 desde Almansa hasta Alicante, salvo excepciones muy puntuales.

En su momento, las salidas de la A-31 se anunciaron sólo con una antelación de 500 metros -lo habitual es que se anuncien también a 1.000 metros de distancia- y no tenían numeración. Estas deficiencias tampoco se han corregido, ni siquiera en los puntos donde se han colocado carteles nuevos. La señalización es completamente anárquica, porque coexisten rótulos antiguos y modernos, junto con otros que tampoco se adaptan a la normativa anterior, p que ni siquiera se anuncian previamente y lo primero que se encuentra el usuario es el cartel de salida inmediata. En cuanto a la numeración de las salidas, las pocas que la tienen -como el enlace con la autovía Sax-Castalla o el acceso a Elda sur y Monóvar, en sentido Alicante- aluden al kilometraje de la vía cuando se denominaba N-330, el cual no se corresponde en nada con el actual.

Con todo, lo más preocupante es que gran mayoría de los rótulos están casi ilegibles, incluso de día, ya que acumulan mucha suciedad y han perdido su carácter reflectante. Otra circunstancia llamativa es que, allá donde se han hecho correcciones, se ven más esos cambios que la propia señalización. Así, por ejemplo, en la salida hacia El Rebolledo en sentido Madrid se añadió "La Alcoraya", y esto último es lo único que se puede leer a día de hoy, sobre todo de noche. No hay otro acceso a El Rebolledo en ese sentido, con lo cual un despiste puede causar grandes molestias a quien lo sufra.

A principios de 2009, el Ministerio de Fomento adjudicó una partida de 1,58 millones de euros para la renovación de cartelería en las autovías de toda la Comunidad. Desde la Subdelegación del Gobierno se aseguró entonces que parte del dinero correspondiente a Alicante -316.400 euros- se destinaría a una sustitución integral de los rótulos de la A-31. Sin embargo, fuentes de la misma institución confirman que toda la partida se ha ejecutado en renovar los carteles de cuatro salidas de la A-7, entre Crevillent y Orihuela. En este tramo, aunque la señalización también tenía ya 20 años, se adecuaba más a la normativa actual, al haberse abierto en su momento como una autopista libre.