La Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana establece un corredor norte-sur en el que se priorizará la implantación de nuevas infraestructuras que se construirán junto a las ya existentes. De esta forma, según la Generalitat, se pretende "minimizar impactos negativos sobre el medio ambiente y el paisaje". La idea de infraestructuras recogida en la Estrategia "abarca un sentido amplio, ya que incluye carreteras, vías férreas, Alta Velocidad, telecomunicaciones, o relacionadas con fuentes de energía como gas o electricidad". En la provincia de Alicante, las infraestructuras incluidas en esta previsión son la autopista AP-7, la autovía A-31, el tren de alta velocidad y la futura línea férrea entre Alicante y Valencia por la costa, como modos de conexión hacia el norte.