El aumento de la pobreza por culpa la crisis ha provocado un espectacular aumento del número de personas que acuden en la provincia a Cáritas Diocesana en busca de ayuda. Los responsables de Cáritas y el obispo de la Diócesis, Rafael Palmero, presentaron ayer la memoria de 2009 y destacaron que se duplicaron las peticiones de ayuda y atendieron a 22.145 personas, un 96% más que las 11.276 del año anterior. El aumento del número de personas necesitadas al menos fue acompañado por más recursos económicos procedentes de tanto de fondos públicos como privados -un 54,18% más-, así como por un incremento de los voluntarios. De las 22.145 personas ayudadas, 15.036 eran mujeres y 7.109 hombres.

Según el director de Cáritas, Jaime Valcaneras, de 2,1 millones de euros gestionados en 2008 se pasó el pasado año a a 3.365.082 euros, más de la mitad -un 55,32%- procedentes de fondos privados, que registraron un crecimiento del70%. Del presupuesto total, casi 1,2 millones se destinaron a ayudas de acogida y asistencia, mientras que 925.000 euros se gastaron en actuaciones con colectivos vulnerables y 371.000 euros en talleres y cursos de empleo e inserción socio-laboral. Asimismo, de 950 voluntarios para realizar la labor de Cáritas se pasó a 1.210 en 2009. Valcaneras indicó que la situación en 2010 y "estamos en una situación de crecimiento exponencial", por lo que no descarta que vuelva a duplicarse el número de ayudas a personas necesitadas.

El obispo Rafael Palmero hizo un llamamiento a la solidaridad de los alicantinos con motivo de la celebración del Día de la Caridad el próximo domingo, festividad del Corpus Christi. La colecta será para Cáritas, que el año pasado recaudó dicho día 208.000 euros. Palmero destacó la importante labor de Cáritas en las vida diaria de la Iglesia.

Respecto al notable aumento de asistencia, el director de Cáritas señaló que hay parroquias que está atendiendo una media de cincuenta familias por semana y no sólo facilitándoles ayuda para comer, sino también para pagar la electricidad, el alquiler de la casa o comprar pañales, por ejemplo.

A diferencia de hace tres años, cuando el perfil de personas necesitadas eran mayoritariamente de el de inmigrantes, la situación ahora ha cambiado y "estamos ayudando a muchas familias españolas que antes tenían ingresos importantes y ahora están desahuciadas y con los niños en la calle", afirmó el director de la entidad.

El delegado episcopal de Cáritas, Antonio Esteve, señaló que el trabajo que llevan a cabo se rige por tres criterios: el servicio universal, la gratuidad y la preferencia por los pobres. Esteve y Valcanera indicaron que la crisis es una buena oportunidad para la caridad y ya se notó el pasado año. Como ejemplo destacaron el de una familia que fue Cáritas y entregó 6.000 euros que habían reunido para los necesitados. Además también aumentaron la ayuda procedente del IRPF y las donaciones esporádicas, que alcanzaron los 317.000 euros.

El obispo declaró que "Cáritas canaliza este río de caridad, pero no lo totaliza". Así, destacó el servicio que presta un grupo de personas procedentes de Brasil que están saliendo a las calles de Alicante, Elche y Benidorm para ayudar a gente necesitada.