Sombreros, conos de colores, pelotas o pañuelos. Son algunos de los elementos que ayer utilizaron los más de 400 niños que participaron en la primera edición de las Jornadas de Juegos Tradicionales, organizadas por Casa Mediterráneo con el objetivo de mejorar el conocimiento entre los pueblos de la ribera mediterránea y sensibilizar a los menores acerca del legado cultural y patrimonial de esta región. Los alumnos, de 15 institutos distintos de la provincia, aprendieron juegos procedentes de otros países, como Libia, Marruecos, Israel, Italia o Serbia. En época de videojuegos y videoconsolas, muchos de los niños admitieron no haber jugado a ninguno de estos pasatiempos, muchos tan conocidos en generaciones anteriores como las carreras de sacos, la rayuela, los cascabeles, o la carrera de sombreros, juego típico en Israel. Los más pequeños, destacaron las virtudes de Los cascabeles. "Es muy divertido, todos llevábamos un pañuelo tapándonos los ojos y otro compañero llevaba un cascabel, y teníamos que atraparlo mientras lo hacía sonar", indicó Ndiaga, de Senegal, y estudiante del colegio Hispanidad de Santa Pola. Los escolares participantes explicaron que enseñarán estos juegos a otros amigos y compañeros.