La Guardia Civil de San Vicente del Raspeig remitió ayer al juzgado de guardia del municipio las diligencias abiertas tras la denuncia presentada por las irregularidades detectadas en el examen para opositar a 33 plazas de bombero del Consorcio Provincial. Ahora tendrá que decidir la autoridad judicial si hay base legal para continuar con las diligencias penales o se queda todo en una infracción meramente administrativa.

El tribunal del Consorcio Provincial de Bomberos se reunirá esta mañana pero al parecer la decisión sobre la repetición o no del examen no se adoptará hoy y se pospone para mañana jueves o el viernes, ya que los responsables de este órgano dependiente de la Diputación Provincial deben resolver los servicios para la huelga de la próxima semana.

Los investigadores de la Guardia Civil no han ofrecido nuevos datos al tribunal del Consorcio, que espera recibir información de la autoridad judicial para adoptar la decisión más oportuna sobre la validez de la prueba realizada el pasado domingo en el Aulario I del campus de San Vicente del Raspeig. Fuentes próximas al tribunal rechazaron aventurar cual es la opción más probable a adoptar, ya que la repetición supone causar molestias a muchas personas que residen fuera de Alicante e incluso en otras provincias.

El examen fue realizado por más de 1.800 personas y otras 200 no se presentaron a la prueba pese a estar inscritas.

Las irregularidades fueron descubiertas después de que uno de los bomberos que estaban realizando labores de vigilancia en el Aulario siguiera a un opositor que salió del examen y se dirigió a una caravana donde estaban los sospechosos de filtrar las respuestas a varios opositores que pagaron previamente. Este movimiento lo grabó con una cámara de vídeo y a continuación se lo comunicó al presidente del tribunal, quien salió al exterior y al acudir a la caravana sus ocupantes optaron por irse del lugar sin dar explicaciones. A continuación avisaron a la Guardia Civil y regresaron al Aulario para buscar a los opositores que tenían "pinganillo" para copiarse. Sólo encontraron a uno, pero se sospecha que había más por el montaje que había en el exterior.

Probablemente, la persona que salió del examen y acudió a la furgoneta se presentó a la prueba con la única intención de sacar las preguntas para poder "soplar" las respuestas desde fuera a los opositores que pagaron.