El pleno de las Cortes Valencianas rechazó ayer, por los votos en contra del PP y a favor de la oposición, una moción del PSPV que pedía que el Consell cumpliera su promesa de suprimir las aulas prefabricadas y crear 45.000 plazas de escuelas públicas infantiles, y firmara el Pacto de Estado para la educación.

Asimismo, proponía que se presentaran la memoria, las actividades y las cuentas de la empresa pública Ciegsa y que se planteara un plan de financiación de las deudas a corto y largo plazo contraídos tanto por la Conselleria de Educación como por esta empresa, así como que se firmara el convenio para la inversión en ordenadores, entre otros puntos.

La iniciativa fue defendida por la socialista Ana Noguera, quien resaltó que la Comunidad tiene el fracaso escolar "más escandaloso de toda Europa", un 40%, y reprochó que para el PP sea más importante el Ágora, que costará "90 millones" y será "inútil", que "20 colegios" que estarían ya acabados. "Los jóvenes no se comerán el Ágora, ni el Palau de les Arts ni la Fórmula Uno", indicó Noguera, quien mantuvo que el pacto de Estado por la educación beneficiaría "más que a nadie a los valencianos", que son los que más lo necesitan. Lamentó que "cada día es una mala noticia para la educación" y destacó que Ciegsa tiene una deuda de 2.500 millones.

La diputada del PP Rosa María Barrieras calificó la moción de "soflama para venir y hablar mal como siempre" del conseller de Educación y de Camps, en lugar de hacer propuestas "serias, responsables y con posibilidad de llegar a acuerdos".