El ministro de Fomento, José Blanco, ratificó ayer en la comisión de infraestructuras del Congreso que las grandes obras que están ahora en marcha en España sufrirán un retraso medio de un año, debido al recorte presupuestario (6.200 millones de euros hasta finales de 2012) impuesto por el Gobierno para afrontar la crisis económica. Blanco dejó la concreción del listado para una comparecencia posterior, pero sus palabras dejaron claro que habrá demora en la llegada del AVE a Elche (el alcalde de Elche pedirá el domingo a Zapatero que no haya retraso), así como para acometer el ambicioso plan de cercanías ferroviarias anunciado hace 15 días a desarrollar conjuntamente con el Consell hasta 2020, con un inversión de 3.200 millones de euros; los accesos viarios al aeropuerto, que están en ejecución, pero tienen presupuestados 10 millones de euros en 2011 o la remodelación de la autovía de Madrid, que acumula años de retraso, pese a que se iba a dar en concesión. Precisamente, Blanco subrayó que en la nueva etapa va a ser clave la participación privada de constructoras y bancos en el desarrollo de las infraestructuras que "realmente sean necesarias".

El ministro no se escondió e incluso llegó a insinuar que una vez que entre en servicio el tren de Alta Velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana habrá que estudiar si merece la pena mantener en servicio la línea actual. Blanco anunció que tras unos años de gran actividad en el desarrollo de infraestructuras (el triple de media que en países como Francia o Gran Bretaña), llega la hora de ajustarse el cinturón, de la austeridad.

La visión realista, aunque un tanto catastrofista, del ministro llena de incertidumbre el futuro de muchas infraestructuras en la provincia. Fomento va a a revisar más de 3.000 actuaciones en toda España porque, incluso, la llegada del AVE a Alicante en 2012, que no depende directamente de los presupuestos de Fomento, queda a expensas de que la sociedad Avant logre el préstamo de 100 millones de euros.

El final de la ampliación de El Altet no va a sufrir ningún tipo de recorte porque todas las obras están adjudicadas, aunque podría darse la paradoja de contar en 2011 con un aeropuerto preparado para atender a 20 millones de pasajeros al año, pero con unos accesos viarios como los de los años 80.

La Ronda Sur de Elche, la conexión de la A-31 y la A-35 en Fuente La Higuera, la duplicación de la variante de Benidorm y la remodelación de la N-332 entre Torrevieja y Guardamar, actuaciones que suman otros 30 millones de euros han entrado también en el paquete de obras "revisables".

Preocupante es también el lugar en el que se queda la ejecución del plan para remodelar las cercanías ferroviarias y el tren de la costa. Blanco anunció, en este sentido, la posibilidad de desprogramar algunas líneas ferroviarias que no son competitivas y que tienen como alternativa la carretera. La electrificación y duplicación de la línea Alicante-Murcia, la de Xátiva-Alcoi, la extensión de la red ferroviaria de cercanías de San Vicente a Villena y el tren de la costa son los proyectos susceptibles de sufrir retrasos.

El conseller de Infraestructuras, Mario Flores, anunció que solicitará una reunión con el ministro para tratar de reducir al máximo las consecuencias que tendrá para la provincia y la Comunidad el recorte presupuestario. "No vamos a permitir que Alicante, Valencia o Castellón pierdan competitividad, máxime cuando en materia ferroviaria hay estudios que hablan de colapso en el año 2015 si no se actúa. Si hay que reducir, que nos pregunten cuáles son las obras que no se pueden tocar", subrayó el conseller.