El aplazamiento de la huelga del día 2 al día 8 de junio contra el recorte salarial, tal y como han anunciado los sindicatos, ha pillado por sorpresa a la Generalitat que, junto a las cinco universidades públicas de la Comunidad, se ven obligadas a adoptar medidas extraordinarias para garantizar las pruebas de selectividad a los aproximadamente 16.000 alumnos que se prevé que se presenten al primer ejercicio, precisamente, el mismo día 8 de junio.

Las pruebas de acceso a las universidades arrancan en la Comunidad el mismo día y a la misma hora para cuantos se presentan en cualquiera de las cinco universidades públicas, donde se organizan los ejercicios para todo el alumnado de enseñanza pública y concertada. La provincia de Alicante reúne a cerca de 6.000 estudiantes de bachillerato en los campus de Alicante y Elche, cerca de 6.000 en los de Valencia y poco más de un millar en Castellón.

Los responsables de la selectividad en cada universidad van de cabeza porque también este año se estrena el nuevo sistema de acceso que introduce "cambios significativos" y, por si fuera poco, el primero de los tres días de exámenes coincide con la huelga convocada para los funcionarios.

Ayer mismo los directores de las pruebas de acceso reían por no llorar ante la que se les avecina: "Tenemos que preparar alternativas y discutir entre todas las universidades y la Conselleria de Educación cómo organizarlo, porque las pruebas, hacerse, se hacen", apuntaba el responsable de Acceso en la Universidad de Alicante, Enrique Herrero. "La solución -precisó- debe ser conjunta".

Desde la propia Generalitat indicaron que, siendo de universidad los profesores responsables de las pruebas de acceso, "se contemplarán servicios mínimos, si fuera necesario", aunque también subrayaron que todavía es un poco pronto para saber los que podrían secundar la huelga. El caso es que las pruebas, al menos ayer, se mantenían para los días 8, 9 y 10 de junio.

De cualquier forma, entre los responsables de las pruebas de acceso tampoco tenían claro si los profesores que formarán parte de los distintos tribunales que examinan a miles de estudiantes podrían acogerse a la huelga y, en su caso, establecer servicios mínimos, o bien ni siquiera tendrían esta posibilidad por el tipo de ejercicio que es.

"Lo que puede parecernos bien en un centro para tratar de organizarnos ese día quizá no convenga en otro, por eso tenemos que decidir entre todos las medidas a adoptar", subrayaron.