El olor a humedad y a agua podrida tumba para atrás al acceder a las instalaciones del Instituto Las Lomas en un día tan soleado como el que hizo ayer. Hay agua embalsada en varias dependencias: laboratorios, talleres, sala de Informática, gimnasio, cafetería. La luz se corta un par de veces durante las dos horas que permanecemos en el centro.

"De vez en cuando nos quedamos sin luz ni agua y no podemos dar la clase como los otros alumnos de Alicante, nos mandan a casa". Hakim y David, representantes de los más de 400 alumnos en el consejo escolar, se han dirigido ya al Sindic de Greuges porque "vemos vulnerados nuestros derechos a la educación", dicen a la puerta del centro. El dinero para nuevas tecnologías y los talleres de madera "tiene que derivarse a reparar la cubierta del gimnasio, llena de bolsas de agua por defectos en la canalización", explican.

Acaban de salir del instituto y se les une Hanaa -todos ellos de primero de Bachillerato-: "Seis años para arreglar los patios y con dos gotas que caen se inunda Informática y se caen los azulejos por la humedad". Están disgustados, no les hace gracias perder clase cada vez que rezuman las aguas por defectos en la construcción del centro, que data del año 2003. El presupuesto inicial, de 2,6 millones, por convenio entre la Generalitat y el Ayuntamiento, sumó otros 2 millones en 2006 por la acumulación de préstamos al hacerse por fases-. Lo más grave de todo: sigue sin estar terminado.