La cita es en la sede del Ministerio de Educación donde la secretaria general PP, María Dolores de Cospedal, acaba de dar calabazas a la propuesta de apoyo al pacto educativo en cuyo consenso se lleva trabajando más de un año. Lejos del abatimiento por un rechazo que no por esperado contraría menos, la segunda autoridad en materia educativa del Gobierno central es un torrente de energía que, así lo verbaliza, mantiene intactas las ganas de seguir trabajando para mejorar el sistema educativo aunque, matiza, "el proceso vaya a ser más lento sin el compromiso de todos".

¿Qué va a hacer el ministerio con el documento del Pacto tras el rechazo del PP?

Se trata de un documento de trabajo y reflexión sobre cómo está el sistema educativo y qué tenemos que hacer para modernizarlo, con un énfasis importante en la postobligatoria. Todas las evaluaciones internacionales nos dicen que es preciso que nuestros jóvenes tengan una mejor formación más allá de la obligatoria.

Luego se va a seguir trabajando sin modificar su contenido.

Es que es el documento de máximo consenso con toda la comunidad educativa.

No es eso lo que ha dicho el PP.

Porque en el PP siguen mirando la educación por el espejo retrovisor. Escuchaba a Cospedal (tras el anuncio del rechazo al pacto) y tenía la sensación de que estábamos en 1970, cuando en España había un libro de texto y el profesor era el único que transmitía el conocimiento. Ahora entiendo que en autonomías como Madrid, Valencia o Murcia no quieran enseñarle a los más jóvenes qué significa vivir en un mundo conectado en el que el conocimiento está más democratizado que en 1970. Porque el problema de España no es que los chicos estudien en una lengua u en otra, el problema es que tenemos que aprender a hablar en un idioma europeo. Esa es la realidad en el 2010: que los idiomas son indispensables y por eso se buscaba un compromiso, porque así se avanza más rápido. Pero una vez más el PP no ha estado a la altura, no le importa ni el sistema ni el modelo educativo.

Pero el documento no cuenta con el apoyo de todos los sectores implicados en el sistema educativo.

Dentro del mundo educativo se es consciente de que es necesario mejorar la postobligatoria, poner énfasis en la Formación Profesional (FP) y avanzar en que haya menos abandono y mejor formación. Por eso vamos a seguir trabajando tanto con la concertada como con la pública, así como con los agentes sociales. Porque yo pregunto: ¿España se rompe porque en Cataluña la lengua vehicular sea el catalán? Si se rompe por eso también se romperá porque haya comunidades que no apuesten por la educación.

Las formaciones más de izquierdas les acusan de no haber apostado por una educación pública y progresista para obtener el apoyo del PP que finalmente no han tenido.

El problema no es que haya centros públicos y concertados sino la necesidad de jóvenes preparados, porque dentro de diez años los trabajos que vamos a conseguir en Europa sólo van a ser para gente formada.

¿A qué atribuye el elevado índice de fracaso escolar y abandono que se registra en España?

Las leyes educativas de la democracia posibilitaron que fuera obligatorio estudiar hasta los 16 y con eso conseguimos que los jóvenes españoles llegaran a la universidad. Tenemos una tasa más alta de titulados universitarios que el resto de la UE. Pero desde hace diez años seguimos con el mismo porcentaje de abandono. Fuimos muy rápidos hasta hace una década y ahí nos estancamos.

¿Qué ocurrió?

Yo creo que hay una cuestión cultural y otra social. Antes nuestros padres decían: "si no apruebas, a trabajar" y eso ya no puede ser. Hay que cambiar esa mentalidad. ¿Cómo que si no apruebas a trabajar? Tu obligación es que te esfuerces y apruebas. Y eso lo tiene que hacer la familia.

Pero no es tan sencillo. ¿Qué hace una familia con un chaval que no consigue pasar de 3o de Secundaria?

Hay programas de apoyo y por eso en el pacto se fija un 4o de Secundaria distinto donde se pueda optar por otras vías para que, si el chico no quiere seguir estudiando, se garantice su formación.

Flexibilizar en vez de segregar.

Efectivamente, flexibilizar el sistema para que una decisión en un momento determinado no condene de por vida a seguir por una vía no deseada. Va a haber posibilidades de pasar de la FP a la universidad o del Bachillerato a la FP de grado superior.

¿Sólo con esto se acabaría con el fracaso escolar?

Con esto queremos acabar con el abandono, que son aquellos jóvenes de entre 18 y 24 años que dejan los estudios. Para acabar con el fracaso ya existen programas de refuerzo. El fracaso se produce entre los 13/14 años y hasta los 16. En esa etapa hay un montón de posibilidades porque queremos tener más titulados en Secundaria.

¿En qué medida han influido tanto en el fracaso como en el abandono los constantes cambios en los planes de estudio?

Yo creo que no ha habido tantos cambios en educación. Ha habido leyes, no cambios.

Pero las leyes provocan cambios.

En cuarenta años el sistema educativo ha sido el mismo: una primaria, una secundaria y un bachillerato, aunque se les haya llamado de modos diferentes.

Aún así, ¿por qué no se ha sido capaz de blindar el sistema para que no esté al arbitrio de los cambios de gobiernos?

Porque hay leyes y lo que dicen es que las cosas se aprueban con la mayoría más uno.

¿Cuenta el Pacto con la suficiente dotación presupuestaria (sólo ofrece una memoria económica de 1.570 millones para tres años) u ocurrirá como con la Ley de la Dependencia, que la falta de dinero frustrará su aplicación?

En educación el dinero nunca es suficiente pero creo que hemos demostrado que pensamos en el futuro y que nos lo creemos.

Está bien lo de creer, pero ¿cómo se puede poner en marcha una ley sin dinero?

Hay quien lo ha hecho. La Ley de Calidad del PP no tenía un euro al lado. Nosotros hemos damos muestras de que cada vez que planteamos un propuesta hay un compromiso de financiación.

Con 1.570 millones para tres años no se puede hacer mucho.

Eso es lo que pone el ministerio. ¿Cuánto está dispuesto a aportar cada comunidad? Como no hay compromiso no lo podemos saber.

Dada las diferencias que existen entre unas comunidades y otras en un tema tan importante como la educación, ¿habría que replantearse el rescate de alguna de las transferencias en esta materia?

Hace 30 años decidimos un modelo de Estado y no lo cuestionamos. Lo que pedimos es un compromiso para avanzar más rápido. Insisto en que si se rompe España porque los chicos estudien en catalán o en valenciano también se romperá cuando una comunidad no se quiera comprometer en modernizar su sistema educativo. En el caso de Valencia está claro.

¿Se puede recibir una educación de calidad en un barracón?

Eso pregúnteselo al gobierno autónomo que los tiene.

Desde la Comunidad Valenciana se les acusa, en cuanto al plan de dotación ordenadores, de no haber tenido la misma flexibilidad que con Cataluña.

Se ha tenido con todos la misma. Sólo ha habido comunidades que han querido asumir este compromiso y otras que no.

¿Los escolares de las comunidades que no lo han querido asumirlo están en desventaja respecto a los otros?

Yo creo que sí. La realidad es que vivimos en una sociedad que ya está conectada. En Internet está toda la información que quieras pero no es lo mismo para un adulto que para un chaval. Y por eso tenemos que empezar a trabajar con ellos una serie de valores, para que luego no nos quejemos de que todo es corta y copia. Yo creo que la escuela no puede cerrar esas puertas.

¿Ni alegando, como se ha hecho en la Comunidad Valenciana, que las pantallas son pequeñas o que pueden provocar miopía?

Eso lleva a pensar si los jóvenes valencianos tienen problemas ópticos distintos a los del resto de España. Cuando se pone en marcha este programa son los técnicos los que hablan de, cómo mínimo, tantas pulgadas. A partir de ahí cada comunidad decide. Por lo tanto, a la única conclusión que se puede llegar es a que es una excusa sin sentido.

¿Como la de impartir EpC en inglés?

Son posiciones que responden más a planteamientos políticos que a las necesidades de los estudiantes. Y me sorprende mucho. En EpC se ha puesto mucho énfasis en ciertas cuestiones y ninguno en hablar de qué valores son necesarios para los jóvenes en el siglo XXI.

¿La crisis y la necesidad de un cambio del modelo productivo han despejado cualquier duda sobre la importancia de invertir en educación?

Lo que ha evidenciado la crisis es la necesidad de que los jóvenes estén bien formados. Precisamos ciudadanos competentes, pero eso no quiere decir que tengamos que apostar única y exclusivamente por la universidad .

El gasto público en educación está un punto por debajo de la OCDE. ¿En cuánto tendría que aumentar el presupuesto para que recibiera la inversión que precisa?

Para la LOE se plantearon 7.000 millones para cuatro años. Ahora estamos hablando de 1.500 más otros 1.500 en tres años y las comunidades están recibiendo dinero extra. Ahora bien, cada gobierno autónomo decide cuánto pone en una cosa y cuánto en otra.

¿Corren peligro las becas?

No, las becas son un derecho y como derecho no corren peligro.

¿Es necesario mejorar la gestión de los centro públicos?

Los centros públicos funcionan bien, igual que los concertados. Lo que hay que desarrollar es que tengan más autonomía en función de las necesidades, por ejemplo, del barrio en que se encuentren para dar mejores resultados.

¿Qué hacemos con la generación ni-ni?

Es que yo creo que es la generación si-si a la que le ha tocado vivir momentos más complejos y quizá como mayor desorientación. Pero es una generación que cada vez va a estar mejor preparada y mejor formada.

La lengua ha sido uno de los principales escollos en las negociaciones con el PP. En las comunidades bilingües, ¿qué porcentaje de horas se van a impartir en castellano en relación a la otra lengua?

Yo quiero que alguien me presente a algún joven que a los 16 años, cuando ha terminado su etapa obligatoria, no hable, no lea o no comprenda el castellano en las comunidades donde hay otras lenguas. Pero sí que puedo demostrar que hay jóvenes con esa edad que no hablan, no leen y no comprenden la otra lengua de su comunidad.

Pero el porcentaje...

Esa es mi respuesta. Esa e insistir en que lo que necesitamos es saber lenguas europeas

¿Dónde estudió usted, en la pública o en la privada?

En mi época sólo había escuela privada y unos pocos centros públicos. Yo estuve interna en un colegio de religiosas porque en mi pueblo no había dónde estudiar. Luego fui a la universidad pública.

¿Dónde estudian sus hijos?

Tengo una niña de 11 años que estudia en la pública.

¿Y dónde cree que lo hacen la mayoría de los hijos de los altos cargos del PSOE y del PP?

Pues no lo sé. Yo considero que la escuela pública está muy bien y que la concertada también. Creo que las familias elegimos en función de dónde vivimos.

¿Han pensado en controlar de algún modo los pagos supuestamente voluntarios que se fijan en la concertada?

Lo que está claro es que hasta los 16 años la enseñanza, además de ser obligatoria, ha de ser gratuita. Ninguna familia debe pagar nada en concepto de enseñanza salvo en los centros privados. Y sí, estamos trabajando en ver cómo se puede abordar la cuestión de esos pagos.

¿En qué país debería mirarse España en materia educativa?

Aprendemos todos de todos porque todos tenemos carencias y fortalezas. Nosotros en muy poco tiempo hemos avanzado más porque también el acceso y la obligatoriedad en España llegó más tarde que en otros países europeos. Sólo nos falta ir mejorando.

¿Realmente se ha estado cerca de conseguir el consenso?

El PP siempre ha sido muy firme en esas cuestiones que ha sacado del siglo pasado, sigue anclado ahí y no lo movemos. Me habría gustado que por una vez hubiese hecho el esfuerzo de comprender la necesidad que tenemos de mejorar el sistema educativo.