Por segundo año consecutivo, la Conselleria de Educación ha vuelto a dejar a los alumnos de quinto de Primaria sin los portátiles que contempla el convenio nacional Escuela 2.0 para dotarles de ordenadores progresivamente, y en el plazo de cuatro años, desde quinto curso hasta segundo de Secundaria.

El año pasado el Consell centró las razones de su rechazo a firmar el citado convenio con el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, en las consecuencias para la salud visual de los estudiantes por el uso continuado de unas pantallas -de 10 y 11 pulgadas- que el conseller Font de Mora consideró demasiado pequeñas, hasta el punto de apuntar, parafraseando a una fundación oftalmológica, que podrían causar "miopía".

Expertos profesionales del campo de la visión descartaron dicho extremo abiertamente ante la ausencia de investigaciones que avalaran semejante conclusión y, ahora, el principal argumento que exponen desde la Generalitat para volver a oponerse a la firma del convenio de los portátiles es que "la Comunidad Valenciana quiere un programa piloto", en palabras de la portavoz de Educación en las Cortes, María Barrieras.

"En Cataluña se permite el pilotaje y copago de los padres. El Gobierno ha decidido que paguen la mitad de los ordenadores los padres y no pasa nada. Cataluña hace lo que quiere sin problema pero la Comunidad Valenciana, que quiere un programa piloto, no". Abiertamente indignada, la diputada popular ha declarado que también a Cantabria se le permite destinar los ordenadores a centros piloto implicando a "no más de 800 alumnos, y se ha aceptado".

Paradójicamente, la misma portavoz popular que reclama un plan piloto para no generalizar los portátiles hasta no comprobar la bondad de su uso continuado critica una "distribución indiscriminada y sin un fin", lamentándose de que el plan Escuela 2.0 se limite "nada más a cuatro cursos".

El propio conseller Font de Mora ha propuesto esta vez al ministerio que la implantación del portátil sea "gradual" realizando "un pilotaje en algunos centros" para luego ampliarlo a todo el sistema. Esta política del proyecto piloto sigue la tónica de la puesta en marcha de la generalidad de las apuestas educativas del titular de Educación: implantar el chino como programa experimental, voluntario y en horas extraescolares tan sólo en diez institutos y, el curso que viene, como materia optativa; un progama plurilingüe que incluye la línea en inglés en los centros públicos pero limitada este curso a un solo colegio por provincia y ampliado únicamente a otro centro a partir de septiembre; o el también programa de refuerzo escolar, voluntario para profesores y alumnos pese a que los datos de fracaso escolar sitúan a la Comunidad a la cola de todo el país.

Desde las filas socialistas, la diputada Ana Noguera echa en cara al Consell que su política informática "ha fallado sucesivamente", en referencia al sistema Infocole de 1997 que alcanzó en siete años a 53 de los 2.500 colegios de la Comunidad, o al Lliurex de 2002 que prometió portátiles para los profesores de Secundaria "que nunca recibieron". Este año incluso "se rebaja un 35% el presupuesto en nuevas tecnologías".

Tanto Barrieras como Font de mora contraponen una inversión autonómica de hasta 88 millones de euros -a lo largo de los últimos cinco años- para dotar centros escolares inteligentes al completo -"todas las aulas del sistema educativo", sostienen-. Sin embargo, en la práctica la repercusión de esta inversión se limita a un solo centro piloto que se encuentra en la provincia de Valencia, aunque se aseguran "algunos más" el curso que viene. "Nuestro modelo centraliza toda la tecnología en el centro y no puede desaprovecharse la inversión realizada y cambiar de un día para otro de sistema", denuncia el conseller. "No es un problema de capricho", afirma para acallar las críticas, consciente de que seguirán lloviendo.

"Proponemos que se replantee Escuela 2.0"

La Conselleria de Educación lo que quiere es que el nuevo convenio Escuela 2.0 que el Gobierno ha vuelto a anunciar para este año "se adapte al proyecto tecnológico TIC en las aulas que está en marcha en los centros de la Comunidad desde hace años". Es decir, que pide al ministro Gabilondo "un replanteamiento, evaluando el coste real de la instalación de portátiles en el aula, la formación del profesorado, el equipamiento, el mantenimiento, la adquisición de materiales didácticos adecuados..". Todo el gasto informático que los directores de Primaria han echado repetidamente en cara a la Conselleria por no abordarlo. Para colmo, ahora consideran en el departamento de Font de Mora que antes que los portátiles deben llegar los libros electrónicos porque no ven sentido a los ordenarores sin el contenido curricular.