Descuidado, sucio y peligroso. Así es como definen vecinos de la ladera del Benacantil el estado en el que se encuentran el emblemático monte, en pleno centro de la ciudad. Acumulación de ramas secas, matojos, basura y ahora bolsas de procesionaria en las pinadas. Y es que de esta plaga pocas zonas están a salvo, a pesar de las fumigaciones preventivas que se hacen en otras épocas del año. Las lluvias y la abundante humedad del invierno ha favorecido la aparición de esta plaga. Salvador Vicente Martínez es un vecino de la zona que ha acudido en diversas ocasiones con sus quejas y reclamaciones al Ayuntamiento de Alicante, concretamente al departamento de Parques y Jardines.

Nada como ser una persona a la que le gusta pasear por los rincones de la ciudad para darse cuenta de los problemas que tiene la zona. Así es Salvador, que acostumbra a pasear por las laderas del Benacantil y ha podido detectar todos estos problemas. Sin embargo, se queja de que nadie en el Ayuntamiento de Alicante le ha hecho caso ante unos hechos que considera como graves.

Ramas secas que han caído de los árboles y nadie las recoge y ahora hay problemas de procesionaria, con el peligro de que muy cerca de la zona hay un espacio con juegos infantiles para que jueguen los más pequeños. "El problema es que cuando fui al Ayuntamiento, todavía no había visto la procesionaria. Hará unas dos semanas yo mismo maté a unos gusanos que estaban en los columpios del parque", relató a este diario. La cercanía de las bolsas a este parque es uno de los aspectos que más inquietud causan entre el vecindario, ya que se trata de instalaciones que sí suelen usar los niños.

Es en esta época del año, cuando las plagas de procesionaria aparecen en las pinadas de la provincia, trayendo de cabeza a los servicios municipales. Bajan de los pinos en formación de fila india, lo que hace que reciban este nombre. Van en procesión. Las pinadas próximos a núcleos urbanos generan una mayor alarma social cuando aparece esta plaga, ya que son mucho más visibles. Durante el invierno, hacen los nidos en las pinadas y cuando llegan las temperaturas más cálidas descienden al suelo. El problema es que el gusano es cada vez más resistente a los productos químicos y la única alternativa posible es ir retirándolos a mano. La procesionaria no sólo causa graves daños al pino al que infecta, sino que también suponen un riesgo por sus venenosos mecanismos de defensa para defenderse de sus depredadores. Después de sus quejas al Ayuntamiento, Salvador tiene la sensación de que han caído en saco roto porque sigue todo igual, sin que nadie se haya molestado en echar un vistazo. "De momento, no han sido capaces ni de venir a verlo", se quejó.

Pero otro de los aspectos que inquieta es la acumulación de ramas secas en el suelo y la falta de limpieza en la zona. "Esto está totalmente abandonado", asegura Salvador mientras recuerda que "el Benacantil es uno de los pulmones de Alicante. Si esto se quema las llamas pueden extenderse muy rápido. Esta situación es algo que me duele mucho como alicantino".