El Consejo Escolar Valenciano vivió ayer una jornada inédita. La mayoría de sus integrantes, entre padres, docentes y alumnos, se negó a participar en la votación del día, la Ley de Autoridad del Profesorado, para hacer ver al conseller Font de Mora su disconformidad con la reforma de este órgano de participación escolar que por decreto queda convertido en una mera entidad para votar, en opinión de los disidentes. La nueva Ley de Autoridad sale adelante con 15 votos al no votar los 35 que se oponen. V. B.