La familia del joven de 15 años detenido el pasado lunes en el instituto de El Pla de Alicante estudia presentar una denuncia contra el centro y la Policía Local tras la detención de su hijo, acusado de agredir, presuntamente, y según la versión policial, a un agente del cuerpo de Policía Local. Como ya indicó este diario, el menor fue detenido el lunes en el centro educativo y el miércoles pasó a disposición de la Fiscalía de Menores, que le dejó en libertad a la espera de que celebre el juicio. Según fuentes policiales, el joven fue detenido por lesiones de carácter leve a uno de los agentes, ya que la Policía fue reclamada en el centro a petición del jefe de estudios. El joven negó ante el fiscal de Menores haber golpeado a los agentes.

Según la versión de la madre del joven, el chico se encontraba el lunes en el patio esperando a que ella llegara. El jefe de estudios le pidió que abandonara el recinto del recreo porque estaba castigado y él desobedeció. Según su madre, este fue el motivo por el que el jefe de estudios le amenazó con la intervención de la Policía. "Mi hijo puede ser un rebelde y no hacer caso, y no lo voy a justificar por ello, pero es excesivo que tenga que venir la Policía al instituto sólo porque él no quiera abandonar el patio", declaró ayer a este diario la madre del joven.

La mujer destacó que la actuación tanto del centro educativo como de los agentes fue excesiva. Asimismo, la mujer niega que el chico golpeara o agrediera a los agentes de la Policía Local, si bien reconoce que opuso resistencia. "Es que es normal que se oponga a que le arresten delante de otros compañeros, en pleno patio de colegio y sólamente porque no hizo caso de lo que dijo el profesor, pero en ningún caso agredió a nadie y es la palabra de la Policía contra la de un menor", añadió. Recalcó que el joven fue atendido, antes de ir a los juzgados, en un centro de salud donde se le realizó un parte de lesiones en el que consta, asegura, que terminó con moratones y arañazos. "Cuando llegué al instituto me lo vi con la ropa rota y arrastrado por tres agentes", señaló su madre. "Es desobediente pero no es ni es un pandillero ni un delincuente y me lo han tratado como si lo fuera", lamentó.